Thursday, April 08, 2010

¿Es el ego nuestro enemigo?


La contra de hoy nos trae uno de los temas más recurrentes en la psicología: el ego (del latín: “yo”).

Hay mucha literatura y arte acerca de él, hay mucha investigación científica desde disciplinas como la psicología y la psiquiatría, y en “Mujeres Colapsadas” hemos querido dedicarle un pequeño espacio.

Podemos decir que el ego es la persona que crees ser, no necesariamente la que eres o la que puedes llegar a ser. El ego es un personaje que has ido construyendo. El ego es fruto de tu sistema de creencias, pautas, hábitos que has ido tejiendo en base a tus aprendizajes y experiencias desde que naciste y con el que te identificas.

Si haces caso a tu ego -si le sigues- te sientes seguro, tranquilo. Estás comportándote de acuerdo al sistema que has construido. El hábito, la rutina, el seguir las pautas habituales a las que te has acostumbrado, te tranquiliza, estás en terreno conocido. Si el exterior (personas o situaciones) lo reconocen y recompensan te sentirás pleno y ufano. El precio: difícilmente arriesgarás, te expondrás, comprobarás si tus creencias son ciertas, aprenderás.

Si le contradices, si actúas de forma que él no tenga previsto o si alguien lo pone en evidencia, se incomoda. Sabrás que se ha incomodado por las emociones que experimentes. La variedad es inmensa: puede ir desde un ligero enfado hasta intensa rabia, tristeza, miedo, pánico, vergüenza…

Hay quien considera al ego como a un enemigo. ¿Enemigo de uno mismo? ¿Llevas al enemigo en tu interior?

No le veo mucha utilidad. El ego está para algo. Es necesario, es útil. El ego es un sistema que te permite ordenar tu experiencia. Es como una guía. Te ahorra tiempo, permite que tengas comportamientos más o menos predecibles, una cierta congruencia.

El ego es el gran defensor de tu ecosistema como organismo. Al ego le gusta la estabilidad, el quiere preservarte, quiere protegerte. Es conservador.

¿Qué hacemos entonces con el ego?
*Conócelo y hazte amigo de él. Piensa que la pelea, desgasta.
*Estate agradecido por haberlo construido: Te ha sido y te es útil. Te ha supuesto mucha energía y dedicación.
* Compréndelo
* Aprende a modelarlo y manejarlo. El ego es una construcción tuya. Puedes identificarte con él o no. Seguramente ha sido durante mucho tiempo una construcción inconsciente, automática, no le habías prestado atención.

Considerarte una víctima de tu ego es una opción. Hacerte cargo de él, es otra. Si optas por la segunda, se te abre un sinfín de posibilidades al crecimiento, al aprendizaje, al cambio, a la efectividad, a la satisfacción.
J. Hoffman nos dice en la entrevista de La Contra de hoy: “El ego es el primer enemigo del emprendedor”. Yo añadiría… Si hablamos de un ego rígido, inflexible, inseguro y temeroso no es sólo enemigo del emprendedor, sino de las personas en general. Imposibilita o dificulta la apertura y el aprendizaje.
Si hay algo en lo que todo ser humano es “emprendedor” es en su propia vida.
Aprende a manejar, construir y transformar tu ego y vivirás mejor.
¿Sabes por dónde empezar?

No comments: