Wednesday, June 16, 2010

Inteligencia espiritual

La inteligencia espiritual está por encima de la inteligencia operativa, la que nos permite resolver problemas mediante el razonamiento lógico e incluso por encima de la inteligencia emocional, la que nos ayuda a saber relacionarnos y convivir con los demás.

La inteligencia espiritual se basa en un nuevo lenguaje, el silencio, y en una visión que se enfoca en el sentido superior y trascendente de la vida. Permite experimentar la dimensión espiritual, reconocer la importancia de los pensamientos y de la conciencia que éstos crean. Desarrolla una felicidad serena pero estable, ya que no depende de factores externos sino que nos abre a la percepción del tesoro, la belleza que todos llevamos dentro.
Con la inteligencia espiritual se potencian habilidades como:


1. Permanecer pacífico independientemente de las circunstancias.
En el silencio uno es capaz de descubrir la verdadera identidad espiritual, donde existe un espacio inmaculado en el que tan solo hay paz, silencio y verdad.

Cuando entramos en ese espacio interior, el alma despierta y reconoce su valor, reconoce el sentido de la vida y reconoce a su Amigo eterno.

Esta experiencia llena al alma humana de poder espiritual que imprime un sello de paz en su personalidad, y que le permite afrontar todas las circunstancias de la vida con otra luz, con otra perspectiva. La vida ya no es un problema sino una escuela donde cada momento es una oportunidad para apreciar, aprender y acumular tesoros interiores.

2. Observar desapegado y no absorberse en las situaciones.

La práctica de entender que somos un ser espiritual dentro de una experiencia humana, nos permite separarnos primero de este instrumento, nuestro cuerpo, y convertirnos en el observador desapegado. Eso no significa que no tengamos interés en lo que ocurre a nuestro alrededor sino que no nos implicamos emocionalmente y de esta manera podemos dar respuestas más efectivas, ahorrando tiempo y energía. También entendemos que la otra persona es un ser espiritual pero que en una situación conflictiva ha olvidado quién es y está identificada con algo que no es, y ésa es la causa de su malestar.



3. Comprender el sentimiento del corazón de los demás.

No es tan solo comprender a los demás, es mucho más que eso, es ver lo que los demás ni siquiera ven; es decir, las motivaciones más profundas por las que están haciendo las cosas, pero no las superficiales sino las más profundas, entenderlas, comprenderlas y dar una respuesta adecuada a eso. Es conectar con la parte inmaculada del otro, ya no vemos la imagen externa, no vemos la superficialidad de las cosas que hace externamente sino que cada vez comprendemos más en profundidad la esencia de esa persona. Esto nos permite satisfacer sus auténticas necesidades. Esto es inteligencia espiritual, en donde somos capaces de trascender lo que se ve y ver lo que no se ve.

Tuesday, June 01, 2010

Etapas del Buscador Espiritual
"Yo no busco, el encuentro" Picasso
(Emilio J Gómez es profesor de Yoga y Meditación "Silencio Interior" http://www.silenciointeror.net/)

Sed de autenticidad
El proceso de búsqueda espiritual puede nacer en forma de un anhelo de autenticidad, de equilibrio, armonía y plenitud. Es decir, de verdad, de esa verdad que todo ser humano presiente en su interior, pero que, debido al proceso de proyección hacia el exterior e identificación con la imagen obtenida, suele terminar buscando fuera de sí mismo.

También es posible que esa sed de lo Real surja como fruto de un despertar abrupto a un estado superior de conciencia. O, simplemente, por un cierto desencanto con el mundo material. Sea como fuere, ocurre que en un momento concreto de la vida aparece la necesidad de buscar ese algo que pueda conceder sentido a la existencia.

Sean cuales fueren las causas que provoquen el inicio de la búsqueda de lo trascendente, el deseo por comprender quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, si es que vamos a alguna parte y si todo ésto que denominamos vida, tiene algún sentido que la razón y la lógica puedan comprender, van a despertar la necesidad de traspasar los parámetros habituales en que el ser humano vive ... y muere, de forma habitual.

Primera etapa: La Búsqueda
Este anhelo de comprensión será el inicio de la primera etapa del Buscador de la verdad. Así es como se iniciará el periplo de la búsqueda del auto-conocimiento.
Pero, ¿dónde comenzar a buscar? ¿Cómo? ¿Con quién? Uno se siente muy solo en los primeros compases de esta hermosa sinfonía interior que apenas si comienza a sonar.

Los sistemas de creencias y el amplio mercado de la "Nueva Era" vendrán al rescate. En estos primeros pasos, el Buscador se sumergirá en lecturas de libros y artículos y, muy posiblemente, en prácticas que irán rellenando lagunas y haciéndole comprender un buen número de dudas.

Será en estas primeras incursiones donde aparezcan las primeras conferencias, talleres y seminarios, los primeros fines de semana de convivencia ... El encuentro con otros buscadores siempre es aleccionador y estimulante, pues, entre otras cosas, uno descubre que no está tan solo en el viaje.

Al calor de todas estas experiencias, se le despertarán nuevas inquietudes antes ni imaginadas y con todo ello, una nueva forma de vida surgirá, creando un nuevo estilo de vivir.

Riesgos de la primera etapa
Con este nuevo estilo de vida surgirán también los riesgos que conlleva el convertirse en un "Buscador".
Pero, ¿cómo es posible que en el proceso de búsqueda de lo superior, de lo auténtico, de la divinidad, de Dios, puedan existir riesgos? Los hay. Está latente el riesgo de arroparse con una nueva máscara: la personalidad del "Buscador de la verdad" y con ello, perderse en la propia búsqueda.

El viajero en busca del espíritu comienza a navegar por nuevos mares y descubre la existencia de una infinitud de playas y calas que antes desconocía. La mente querrá bañarse en todas. De aquí, a comenzar a crear un currículum espiritual la distancia es mínima.

Un nuevo libro, una nueva dieta, un nuevo maestro, una nueva técnica, un nuevo taller, un seminario con ... , un nuevo DVD, alguien que viene a dar una conferencia, un nuevo seminario de ... , una nueva terapia, otra nueva terapia, un terapeuta diferente, más libros, más DVDs, más maestros, más dietas, más técnicas, más conferencias, más talleres, más seminarios, más terapias, más, más, más ...

Al final, lo que viene a ocurrir es que olvidamos aquel sentimiento que un día nos puso en el camino del autoconocimiento. Nos habremos perdido en la misma búsqueda. Eso sí, a cambio nos hemos convertido en toda una personalidad erudita al respecto, con toda una pared abigarrada de libros y otra de certificados de asistencia a un buen montón de cursos, talleres y seminarios que lo único que harán será engordar, aún más, nuestro bien cebado ego que un día descubrió todo un filón al encontrar la posibilidad de arroparse con el disfraz de "Buscador de la verdad". Lo que en un principio fue un aliciente, terminó convertido en una máscara más.

Segunda etapa: El Compromiso
Desde estas líneas, nos atrevemos a sugerir extremar las precauciones con este tipo de consecuencias que, lamentablemente, es demasiado generalizado. La mente extiende su sedal cargada de anzuelos y queda enganchada a todo lo que encuentra en su camino. Ciertamente, se hace necesario una incursión por toda la extensa gama de ofertas existente en el "mercado espiritual", pero siempre hay que ir con el discernimiento, que se usará como herramienta primordial.

De entre toda la oferta que encontraremos, estamos convencidos de que existe una práctica y/o técnica, que será la adecuada a nuestro carácter y personalidad. ¿Cómo saber que es ésa la nuestra, y no otra? Sencillo: Porque algo resuena en el interior. Es como cuando te enamoras: lo sientes dentro de ti. No hay lugar a la duda. Aún así, es más que recomendable practicar durante un periodo prudente. De tres a seis meses de práctica continuada nos dará el baremo correcto para saber si es "la nuestra", o no. Es como un noviazgo. Un noviazgo es un proceso durante el cual uno pone a prueba al otro, y a sí mismo, antes de comprometerse a algo más.

El compromiso con una práctica espiritual es la señal de identidad de haber superado la primera Etapa. Sin embargo, la idea del compromiso suele asustar a la mente que con ello, teme una posible pérdida de libertad. Nada más alejado de la realidad. Sólo gracias al compromiso -bien sea con una práctica, con una persona o con un proyecto-, es posible obtener lo beneficios que pudieran derivarse de nuestra elección. El compromiso es una necesidad primordial para todo aquel que realmente quiera profundizar en la propia realidad que es.

Riesgos de la segunda etapa
Al comprometerse con una práctica, el Buscador profundizará en sí mismo y será inevitable obtener ciertas experiencias reveladoras o la aparición de ciertos poderes psíquicos. Ello es algo completamente natural cuando se orada el camino hacia el mundo interior. Sin embargo, podría surgir el apego a tales experiencias de carácter místico, luchando por volver a obtenerlas. O también, el deseo de ampliar la gama de poderes psíquicos, en vez de continuar el viaje hasta la cumbre.

Si esto sucediera, nuevamente nos habríamos extraviado en la búsqueda.
Quizás, y gracias al compromiso, nuestra búsqueda no sea entre las diferentes ramas del árbol del conocimiento. Sin embargo, el extravío ha sucedido en nuestro interior debido al apego, natural por otro lado, a las experiencias transformadoras y a la sensación de poder que concede la aparición de poderes psíquicos.

Otro de los riesgos comunes en esta segunda etapa es la de perderse con las diferentes -y muchas veces fascinantes técnicas nuestra propia práctica nos pueda ofrecer. En este caso, hay que recordar que las técnicas son un medio y nunca un fin. Se puede llegar a coleccionar técnicas como el que colecciona sellos.
Una vez más, hay que discernir y no olvidar el Amor por lo auténtico que un día nos hizo buscar lo trascendente. Es inevitable que, si se continúa el compromiso con una práctica, se obtengan resultados positivos. No basta con leer libros, ni con ir a conferencias ó participar en seminarios. Si se desea evolucionar, progresar, avanzar, es imprescindible el compromiso personal.

Tal compromiso es lo que nos llevará a la cumbre de la comprensión. ¿Cuántos caminos hay? Infinitos, tantos como seres humanos. Cada cual tiene el suyo propio; y así debe de ser. El sendero del autoconocimiento es igual que para subir a una montaña: existen infinitos caminos, aunque la cumbre sea sólo una.

Tercera etapa: La Entrega

La primera etapa fue de búsqueda y la segunda de compromiso. Ahora, gracias a esa práctica comprometida, se ha logrado conectar con la dimensión que trasciende nuestra realidad cotidiana. Esa misma que la mente traduce como "superior" porque escapa a los parámetros de su propia comprensión.

El "Buscador" se ha convertido en "Encontrador". Se ha metamorfoseado desde oruga, para convertirse en mariposa. Para ello, ha tenido que dejar atrás el fardo de la intelectualidad y el razonamiento, también las emociones y el pasado, así como expectativas de futuro para someterse a un riguroso y continuo presente donde la luz de la consciencia brilla constantemente con toda su pureza. Es en el aquí y ahora donde se abre una fisura para que lo Real aparezca como lo que es: algo completamente natural. Lo más natural.

La realidad es exterior, es lo que vemos y percibimos, es e! mundo tal como lo experimentamos, o creamos con nuestras creencias. Sin embargo, lo Real es lo que nos permite percibir esa realidad.

Esta etapa es la consecuencia final de un anhelo de autenticidad. Aquí, e! viajero de! espíritu se ha encontrado con e! Amado y se ha rendido ante Él.

Peligros de la Tercera Etapa

Si las primeras etapas han estado marcadas por un profundo Amor a la verdad, e! posible peligro de entregarse a tal verdad es por completo inexistente. Al contrario, lo único que ahí aparece es un gozo profundo, una infinita alegría por experimentar la común-unión con e! Universo entero. Esta entrega es algo íntimo y personal que no hay que confundir con la posible entrega a una organización -sea la que sea- ni tampoco representaría ninguna renuncia a nada material. La auténtica renuncia es interior, no exterior. Entregarse es despojarse de! ego y renunciar a la personalidad para disolverse en e! Ser.

La entrega y la renuncia deben de ir acompañadas de clara comprensión. La comprensión es e! principio activo de la libertad. Sin comprensión no puede existir libertad, ni liberación.
Una renuncia sin comprensión por la vía de la experiencia, puede ser una expresión más de! ego. Por lo tanto, no siempre la renuncia material es sinónimo de verdadero avance en e! camino espiritual.

La entrega verdadera es un acto íntimo, profundamente íntimo, además de inevitable. Cuando se tiene la experiencia de! Ser, uno no puede evitar entregarse y renunciar al ego y la personalidad, para que sea e! Ser quien haga a través suyo. Las dudas han desaparecido.
Cuando se encuentra e! estado de Conciencia que está más allá de la mente, la consciencia' individual queda diluida en la Conciencia universal y se mora por siempre en e! Ser.

Se comprende que entre e! Ser y e! buscador nunca ha habido diferencias ni separación. Que siempre ha sido, es y será su auténtica y verdadera naturaleza. Por propia experiencia, se comprende que aquel buscador que iniciara años atrás la búsqueda es, precisamente, lo buscado.

Un estado de sublime paz y felicidad aparecen en ese instante y pasarán a convertirse en una presencia permanente.


LA AUTOESTIMA, LA DECISION DE SER FELIZ

(ARTURJOSE LOPES Facilitador de Autoestima y Desarrollo Personal http://www.arturjoselopes.blogspot.com/)

Sobre la autoestima hay una consideración muy importante: La autoestima no es propiedad exclusiva de la psicología y esto es porque la autoestima no está relacionada solamente con nuestro comportamiento psicológico. Somos mucho más que nuestra mente.


Al hablar de la autoestima no podemos seguir patrones ya caducados de que somos hechos por partes separadas e independientes o sin cualquier relación entre ellas.
¡No es así!
Somos seres muy complejos y nuestra parte mental está relacionada con la emocional y con la espiritual. No podemos separar del todo que somos nosotros, la parte mental de la emocional, y tampoco separar estas dos de la parte física o de la espiritual. Todas están relacionadas.
De forma que la autoestima no puede ser dominio exclusivo de la parte mental. De hecho si pensamos que tener autoestima significa sentir alegría por aquello que somos y tenemos en nosotros mismos entonces estamos hablando del campo emocional pues la alegría es una emoción, un sentimiento y no un pensamiento y hablamos del campo espiritual si podemos sentirnos conectados con nuestro ser interior y por sentir que hacemos parte de un todo y que hemos encarnado en este cuerpo físico que nos sirve de vehículo en este viaje hacia una evolución espiritual.
Si con base en esto nos aceptamos y amamos más entonces podemos fácilmente concluir que la autoestima también tiene relación con nuestra parte espiritual.

LO QUE TENEMOS DENTRO

Cuando somos niños, hasta aproximadamente los 7 años de edad nuestros padres según sus sistemas de pensamientos y creencias nos van diciendo ya sea a través del lenguaje verbal o no verbal, a través de sus reacciones lo que es bueno o aceptable y lo que es malo o inaceptable.
Cuando somos niños somos bastante perceptivos, comprendemos y interpretamos lo que percibimos y aprendemos, qué es lo que está bien y lo que no. Qué es lo apropiado y lo que no. Qué es lo correcto, lo bonito, lo apreciado y lo que no lo es. De forma que, como seres inteligentes que somos y porque necesitamos la aprobación y el amor de nuestros padres, a todo lo aprendido lo vamos adoptando como nuestra forma de ser y vamos formando nuestra personalidad.
A veces la forma en que nos comportamos, aquello que realmente apreciamos, o lo que queremos, no recibe aprobación. Entonces nuestra reacción es algo como:
                    "bueno, yo no puedo ser así" o
                    "yo no puedo pensar así" o
                    "yo no debo hacer esto o pensar el otro".
Y lo archivamos,lo guardamos en una "arca" bien cerrada para que no salga, para que no se vea, para que no se desapruebe y así seguir recibiendo la aprobación y aceptación de nuestros padres.
Estas cosas nos pasan desde que nacemos hasta que tenemos 7 años de edad, nos marcan y nos definen y pueden seguir durante la adolescencia. Todas las cosas pasadas durante, estas etapas van quedando guardadas en nuestro inconsciente emocional.
Con el pasar de los años nos olvidamos qué es lo que hemos guardado ahí y cuando. Es imposible recordarse porque nuestro cerebro da prioridad a otras cosas: a lo que vamos aprendiendo en la escuela, a lo que nos siguen enseñando, y claro, todo lo demás lo vamos enterrando cada vez más fondo dentro de nuestra: mente emocional, de forma que acceder conscientemente es una tarea ardua y difícil.
Al esconder durante tanto tiempo los pensamientos y las emociones que verdaderamente sentimos, cuando en determinados momentos afloran y condicionan nuestra forma de actuar no sabemos manejadas. Simplemente no sabemos porque no estamos familiarizados con ellas. No estamos preparados. Las hemos guardado durante mucho tiempo y por eso no sabemos identificadas ni definidas, y menos aún, comprender el por qué están ahí. Las desconocemos totalmente.
Si se tratan de nuestras limitaciones o llamados defectos nos resulta difícil aceptados y manejados lo que puede originar sentimientos aún más negativos como la culpa o la vergüenza, y si son cualidades no las sabemos potenciar y sacar partido de ellas. Pero lo que sí ocurre es que entre una cosa y la otra no estamos siendo nosotros mismos en nuestra esencia. No estamos siendo aquello que realmente somos porque empezamos a dejado de ser desde hace mucho tiempo. Así que es importante saberlo ahora. Es importante saber qué es lo que ocurre en nuestro interior y una vez lo tengamos aceptado podemos empezar nuestro trabajo personal de acceder, de desenterrar todo aquello que hemos venido escondiendo desde hace tanto tiempo.


LA OBSERVACIÓN CONSCIENTE


Una de las formas de acceder y saber qué es lo que Ilevamos dentro es a través de la observación consciente.
Los momentos de introspección son muy importantes. Para ello hay que pasar mucho tiempo a solas con uno mismo.
Si tenemos una vida social demasiado intensa, muy difícilmente podremos tener tiempo y disponibilidad mental y emocional para acceder a nuestro interior. Cuando pasamos mucho tiempo a solas somos obligados a estar con nosotros mismos y eso es esencial para nuestro autoconocimiento.
Pasar mucho tiempo con uno mismo es un punto de partida. Nos sirve para hacer un balance de las diversas experiencias vividas, analizadas, comprenderlas e integrarlas Y eso es posible pasando algún tiempo con uno mismo y a través de una observación consciente.


Otra de las formas que permite conocemos mejor es a través de las relaciones con los demás: nuestras parejas, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, todos reflejan partes nuestras, por lo que podemos ir descubriendo una por una esas partes que tenemos dentro y que desconocíamos. Pero, una vez tomada consciencia de esas características, ¿qué hacer con ellas? ¿Cómo manejarlas?


EN EL CAMINO DE LA AUTOACEPTACIÓN


Saber lo que realmente tenemos dentro, formas de pensar, creencias, ideas,prejuicios, significa que nos conocemos mejor, que hemos profundizado en nuestro autoconocimiento. Una autoestima sana requiere que de base aceptemos aquello que somos.
Esto no significa que nos tiene que gustar todas nuestras características, pero sí reconocerlas y aceptarlas. Es muy parecido a lo que ocurre con nuestros seres queridos. No siempre nos gustan todas sus características, no obstante las aceptamos.
Entonces, ¿por qué no aceptar nuestras características? ¿Sólo porque son nuestras? Hemos de eliminar el concepto que mayoritariamente tenemos de nosotros y que es el de que tenemos de ser perfectos. De hecho ¡ya lo somos!
El hecho de que tengamos características que no nos gusten del todo no significa que seamos imperfectos.
¡No! Al contrario, la perfección viene del equilibrio. Y el equilibrio viene de la relación entre una dirección y otra, entre el positivo y el negativo, del ying y del yang, de forma que tener rasgos positivos y otros negativos significa que somos equilibrados si aceptamos ambas partes y si somos equilibrados ya somos perfectos. ¡Es así de simple!
 Esta totalmente obsoleto y caducado lo que nos han enseñado de que para ser perfectos no podríamos tener características llamadas o consideradas negativas. A parte que las características no pueden ser consideradas negativas desde un punto de vista estático. Son positivas o negativas según el contexto y el momento en que nos encontramos. Ha de ser visto desde una perspectiva dinámica.


Si una situación es de por sí menos agradable, ¿qué nos va aportar si empezamos a criticamos, juzgamos y culpamos a nosotros mismos? De esa forma no nos damos mucho apoyo, no somos cariñosos, pacientes y amables con nosotros. ¿Nos habremos realmente dado cuenta como nos tratamos?
Imagina que caminas junto a un amigo tuyo y que por el camino te pasa de todo: tropiezas, te caes, caminas y chocas con los postes de electricidad, la gente te empuja, te mira con mala cara. Ante este escenario imagina que tu amigo empieza a chillarte a gritos, a criticarte y culparte de todo lo sucedido. ¿Cómo te sentirías? ¿Encontrarías sentido en esa forma de comportarse? Como mínimo pensarías que tu amigo está loco ¿verdad? A lo mejor te apartarías y huirías tan lejos de él cuanto pudieras ...
Pues ahora piensa como será para tu ser interior, como se siente cuando te pasan cosas desagradables a ti y te criticas, te culpas, te enrabias y que, lo peor de todo, no puedes huir de ti mismo ... ¿Te das cuenta del daño que te haces?
Además sin poder tener la perspectiva que te permita tener consciencia de ello. Simplemente la forma que muchas veces tenemos de tratamos a nosotros mismos ¡es terrible! A veces somos como nuestros peores enemigos. ¿Cómo vamos a evolucionar positivamente así? ¡Es prácticamente imposible! Hemos de reconsiderar la forma como nos tratamos. La parte emocional y mental por veces necesita de la parte espiritual para dar un poco sentido al porqué nos pasan determinadas situaciones.
Solamente a través de una comprensión más espiritual podemos avanzar en el emocional y luego racionalizar e integrado a través del mental. No podemos definir la palabra autoestima sin relacionar la parte emocional con la espiritual.


No es importante donde empieza nuestro trabajo personal. El camino por sí solo nos conducirá. Hace parte de nuestra propia evolución como personas y por eso hemos venido a este planeta. Para evolucionar, para aprender, para amar. Pero sólo podemos amar a todo lo externo a nosotros cuando primero de verdad nos amamos a nosotros mismos, obligatoriamente.
Es el propósito de nuestra alma y también las cualidades que la componen: Felicidad, Alegría, Amor. Son cualidades innatas del alma, que somos mucho más conscientes de ellas cuando realmente nos aceptamos a nosotros mismos, cuando nos amamos verdaderamente a nosotros mismos. Todas las cosas a que llamamos negativas en la vida, son señales que la vida nos da de forma a saber en qué punto nos encontramos de nuestra evolución, señales que nos indican y reflejan el grado de Amor que tenemos por nosotros mismos y cual la dirección a seguir.
Todo lo que nos pasa en el exterior no es más que un reflejo de lo que llevamos dentro. Si aprovechamos lo que nos pasa como una enseñanza y una oportunidad para rectificar o corregir determinadas pautas, aprenderemos la forma en la que debemos actuar, en qué debemos prestar atención y así poder amamos más a nosotros mismos. Tan sólo hay que estar atento y observar.


EL EQUILIBRIO DEL UI\IIVERSO


En el Universo todo es perfecto y equilibrado: el SoL es el centro de nuestro sistema solar, alrededor del cual giran todos los planetas. Si a nuestro apreciado Sol le pasara algo que hiciera que dejase de emitir energía, luz y calor, todos los planetas se verían afectados de tal forma que lo más probable es que la vida existente en todos ellos, incluida la Tierra, se extinguiera.
No obstante, si en uno de los planetas ocurriera una catástrofe que le extinguiera la vida, el Sol no se vería afectado y, muy probablemente tampoco los demás planetas, es decir, el sistema solar mantendría su equilibrio pese a que la vida en ese planeta fuera escasa o inexistente.
Si hacemos una analogía entre nuestro sistema solar y nuestra vida, considerando que nuestra esencia, nuestro ser interior y el amor hada uno mismo representa nuestro Sol, y que todas las áreas que componen nuestra vida son los planetas, entonces podremos deducir que si no nos queremos lo suficiente, si de verdad no nos amamos y cuidamos a nosotros mismos, todos los ámbitos de nuestra vida (planetas) se pueden ver verdaderamente afectados: nuestra salud, nuestras relaciones, el amor, el trabajo, nuestra situación económica.
No obstante si alguna área de nuestra vida no funciona lo suficientemente bien pero sí nos cuidamos y amamos podremos siempre mantener nuestro equilibrio de forma a que los restante ámbitos de nuestra vida no se vean afectados. Además lo más probable es que la parte afectada lo sea durante un período muy corto, un estado pasajero. Es importante pues mantener nuestro Sol, nuestra luz pues tal como el Sol que estando bien aporta energía a todos los planetas también solo amándonos a nosotros mismos podremos aportar energía a todo lo relacionado con nuestra vida.


LA DECISION DE SER FELIZ


Tener una autoestima sana y elevada es una decisión de cada uno. Se trata de una intención. De un querer. De un hacer. De un estar.
Todo, absolutamente todo en nuestra vida es el resultado de una decisión. Incluido la decisión de ser feliz.
Se podría inventar una palabra nueva que diera énfasis a la palabra feliz. Algo como la diferencia entre escribir feliz y ¡FELIZ! ¿Verdad que suena distinto? Somos una expresión maravillosa de la vida. Somos una creación suprema. Somos creadores. Recorramos a la simplicidad de las cosas.
La mejor manera de intentar ser feliz es SER FELIZ AHORA. Es imprescindible preguntarse qué es lo que realmente nos hace felices. La respuesta la tiene cada uno. Tomar conciencia de lo que es ser feliz, es la felicidad en sí misma. Asumamos nuestra felicidad a través de asumir nuestra responsabilidad. Si eres responsable de ti mismo, si puedes ser tu mismo, entonces ¡eres el dueño de tu felicidad y el dueño de tu Vida!






Ejercicio de Felicidad

(Rubén Cedeño Asociación Metafísica Ibérico Guiá+ Vida Sección Metafísica)

Desarruga la frente, no importa cuantos problemas hayas tenido o tengas. Respira profundo y tomate ahora un tiempo para estar contigo mismo y ser feliz.
Coloca en tu aparato de sonido música armónica muy suave, de tiempo pausado y hermosa melodía, lo que te hago mas feliz, esto te traerá paz y alegría, ya que lo música estridente produce angustia y ansiedad.
Ponte una ropa de colores claros y alegre con los tonalidades del arcoiris, yo que los tonos obscuros entristecen el alma.
Perfuma el ambiente y tu cuerpo con un olor agradable, ese que te hace feliz. Los malos olores deprimen y traen desarmonía.
Arregla todo o tu alrededor y pon orden en tu casa y el lugar donde trabajas, ya que esto traerá o tu vida bienestar, porque "El Orden Divino es el Primer Hijo del Cielo".
Ahora siéntate y quédate tranquilo para que conectes dentro de ti mismo el estado Supremo de lo Gran Felicidad que habita dentro de ti, que esto en tu SER, que es tu Derecho Divino.



El Estado Supremo de lo Gran Felicidad esta al quedarte tranquilo, respirar, concentrándote solamente en lo respiración que te hace estar vivo, te permite ser y te hace descubrir el Ser que eres tu mismo, y que tu felicidad no depende de uno parejo que te ame o veas momentáneamente, del dinero que tienes, el tener un objeto. que deseos, o el ser alguien y demostrárselo o los demás.
La felicidad esta al encontrarte y ver que eres un Ser lleno de Vida con uno mente capaz de producir milagros, con un mundo de sentimientos que no tiene porque estar lleno de negatividad, frustraciones, autoritarismo, amenazas, sino de AMOR hacia los cosos bellos de lo vida.



Abre bien tus ojos, endereza tu columna vertebral y ponte en estado de contemplación, alerta, con tus ojos bien abiertos mirando con profundidad aquello que tienes o tu alrededor.
Deja que uno dulce sonrisa se dibuje en tus labios y ponte o observar todo en lo que piensas, pero sin juzgar si este pensamiento es bueno o malo, o si debe ser mejor de esto u otro forma.
No importa cuantas veces salte tu mente de un tema o otro, no trates de controlado, déjala tranquilo, solamente date cuenta de lo que hace. Contempla tus pensamientos sin el látigo del juicio. Veras que algo maravilloso sucederá, comenzaras o hacerte consciente de ti mismo.



Observa ahora lo que tienes o tu alrededor, sea este un salón, tu casa, centro comercial, un árbol, una persona, tal vez mucha gente, una montaña, el oleaje del mar, lo quietud del lago o el horizonte. Date cuenta de, cómo son los cosas que miras, su forma, espacio que ocupan, color, entorno y olor, pero no las clasifiques, ni dejes que la mente intervenga diciendo que son bonitos o feos, buenos o malos o que serian mejor de otro forma. Libérate del juicios y veras que alivio te viene, porque estar juzgando, opinando, criticando, escogiendo y decidiendo te cansa, te estresa, te hace perder el DIVINO DON DE LA FELICIDAD.
Tu mente va a querer entrar o perturbar este momento poniéndote o pensar que aquello es mejor y lo otro es peor. Deja de pensar y ocúpate solamente de observar en paz y veras que dulce sosiego sobreviene o tu alma.
Cuando no se juzga, se critica ni condena, vivimos en Lo Suprema Felicidad que da el Amor Compasivo.



Date cuenta, que todo la angustia e infelicidad en que has vivido, ha sido producida por tu mente y los sentimientos, y que eso situación que te aqueja o padeces, solo esta en tu mente, por los juicios y conceptos que tienes, de cómo crees que deben ser las cosa .
Los asuntos no deben ser de una forma determinado como dijo alguien, sino como son.
Al no apegarte a las formas, a tus ideas de las cosas o querer cambiar algo, veras que todo o tu alrededor se tranquiliza, se relaja y la gente comienza a cambiar y te van a aceptar como eres, así como tu aceptas o los demás como son.



Olvídate de lo imagen que has creado de ti mismo y que lo tienes que defender o imponer para que los demás crean que eres esto o lo otro. Eso ya no importa, acéptate así como eres. No hay nada de malo en ser lo que somos. Infelizmente terrible es querer ser o aparentar lo que no somos, vivir uno mentira en la que nosotros somos los únicos que nos engañamos, sin darnos cuenta que los demás están viendo nuestro verdad, pero que por seguir en la mentira en la que todos participan, no lo dicen.



Este es el momento de soltar al viento esos complejos, frustraciones, depresiones, incomprensiones, despechos, infelicidades, deseos de ser, ganas de dominar o cambiar a alguien, nada de eso te da felicidad sino amargura y nadie nunca te va agradecer nada si lo que produces es amargura y problemas.



Cambia "La Rueda de tu Vida" y dale un giro a tu presente y futuro, comienza o ser esa persona sonriente que tu quieres ser y todos desean ver, esa persona que es amigo consejero y solucionador de sus propios situaciones y que todos necesitan, ese compañero chistoso, alegre que entusiasma todo reunión, ten siempre la palabra positiva que todos esperan escuchar poro llenarse de ganas de vivir, y deja o todo el mundo con el corazón enamorado por los cosas bellas de lo Vida.



Estar feliz no es vivir en estado de exaltación e intranquilo, es ese estado de dulce reposo que da la contemplación sabia que es la Esencia del Amor Divino del que esta en contacto con su Propio Ser.



Rodéate de felicidad, sonrisas, alegrías y cosas bellas. Encontraras que lo felicidad esto dentro de ti, y que solo tienes que hallarla en tu corazón.



EL ARTE DE VIVIR
(Maite Pardo Sol, facilitadora de procesos de grupo ayni@yahoo.es   http://www.inkarri.es/  )

Porque a estas alturas ya ninguno de nosotros dudara de que vivir es un verdadero arte. Arte como acto de creacion del que somos responsables, con lo que esto trae de buena noticia y tamien de trabajo.
Vivir, que no sobrevivir a nuestras circunstancias y a lo que nos pasa, que supone aventura apasionante y riesgo.


Hablemos entonces de ti, de ese tú posible, que tiene un sentimiento inexplicable de que fue creado para algo más, de que su vida tiene un propósito más elevado.

Hablemos, sólo si quieres, sobre ti mismo, sobre mi misma. Sobre lo que ya somos y sobre aquello que queremos llegar a Ser y duerme escondido en lo más profundo de nuestro corazón.

Vivir es un arte, sí, pero sólo para hombres y mujeres que tienen el valor de comprometerse con la vida. Gracias a ellos, el mundo será un lugar mejor para todos y nuestra especie avanzará un paso, un pasito más, en su proceso de evolución.

El ser humano tiene el potencial de efectuar cambios conscientes y positivos en si mismo y en la sociedad. A menudo este potencial duerme bajo años de condicionamientos, de educación, de miedos y creencias limitantes. Nuestra mente, nuestra emoción, ocupada por el ego, ha creado "carreteras psicológicas" que nos hacen repetir patrones de sufrimiento e infelicidad para nosotros mismos y para los demás ... Arropados por estos condicionamientos nos sentimos seguros, cómodos. Eso hace que estas "carreteras mentales" sean fáciles de transitar y vamos recorriéndolas una vez tras otra a pesar del dolor ... Pero estamos en un momento histórico en que ya no podemos continuar dormitando, ya no podemos seguir autocompadeciéndonos por nuestra mala suerte, ya no podemos excusarnos en que "somos así". No es momento de escondernos, ni de ceder y tirar la toalla.

Nuestro planeta llama a gritos a seres humanos que se atrevan a marcar la diferencia, con sus palabras, con sus actos, con su vida ... Quizá sean, seamos, seres anónimos que no salimos en la prensa, pero de seguro que aquellos que se atrevan a dar un paso adelante serán seres conscientes que darán testimonio de que es posible que la semilla de luz que somos brille cada vez más alto y más claro.

Sí, hoy toca romper la baraja del ego, ponernos en pie y decidir que ya no jugaremos más su juego de tristeza, que no transitaremos más sus caminos de autoengaño. Hoy toca soltar las amarras de condicionamientos, hoy toca atrevernos a ser pioneros de nosotr@s mism@s y lanzarnos a la aventura apasionada de reconstruirnos y volar ... porque nos sobran las alas.

CAMINANDO
¿Debemos cambiar de vida totalmente? ¿Dejar nuestro trabajo, ciudad, amigos? ¿Es necesario que nos retiremos a la cima de una montaña para prepararnos durante 20 o 30 años?

No, ya no, es el momento del aquí y ahora. Aquí y Ahora tenemos el mejor campo de aprendizaje y desarrollo que hemos podido imaginar.

Aquí: en el lugar donde estamos: nuestro trabajo, familia, amigos, pareja ... Las relaciones son el campo de entrenamiento. Podemos meditar en soledad durante años y sin duda llegaremos a nuestro centro de serenidad y equilibrio, pero de seguro, la validez de nuestro trabajo interior se prueba en el día a día, en el instante presente en que encontramos' unos ojos frente a los nuestros, una mirada que nos cuestiona, un idioma que quizá no hablamos, una palabra que duele, una opinión diferente a la nuestra ... Es ahí, donde realmente aprendemos, donde elegimos quienes somos. Alguien que no recuerdo decía "somos lo que somos por los encuentros que hemos tenido", y yo añadiría: sobre todo, somos lo que somos por lo que hacemos con los encuentros que hemos tenido.

Ahora: en este instante, que es el único que existe. Ni ayer ni mañana tienen el poder de transformarnos, de hacernos diferentes, de enseñarnos algo. El pasado no está, "es humo"; el mañana aún no lo conocemos, es una fantasía. Sólo en el ahora somos. Ahora también es este momento histórico que vivimos, con sus circunstancias y con sus características propias. Vivimos la era de la comunicación. Hoy más que nunc~ sabemos lo que pasa en cada rincón del mundo (aunque la información es sesgado y parcial, está claro que hay información). Somos una red de relaciones: lo que sucede en el lugar más recóndito y alejado del planeta nos afecta y nosotros lo afectamos. Hay un inmenso campo grupal del que formamos parte en este mismo instante. Nosotros somos el todo y el todo está en nosotros.

EL PNEUMA DE LA VIDA
Estamos entonces de enhorabuena porque nos damos cuenta de que en nuestra pequeñez podemos influir en el curso de la Vida. Somos conscientes de que formamos parte de la gran corriente de energía que fluye a través de todo cuanto es. Somos Pneuma, Espíritu, Ruah, Aliento ... y somos también Tierra, Pocha mama, Amalurra ...

Puede que esta perspectiva nos haga sentir un poco de vértigo pues aumenta nuestra responsabilidad: si lo que vemos nO nos gusta transformémonos, si lo que hacemos, sentimos o pensamos no es lo que queremos hacer, sentir o pensar cambiémoslo. No de golpe, no con estruendo y presión, sino un paso cada vez. Cada vez un pensamiento, una emoción, un gesto ...

La intención decidida que sale del fondo del corazón, del fondo del Ser, nos pone en el camino de conseguido. Después la Vida, con toda su fuerza, nos impulsará y apoyará, ya que nosotros la apoyamos a Ella, y nos mostrará el camino, paso a paso. Quizá tengamos solo que respirar el Pneuma de la Vida, el Aliento infinito que nos rodea y aprender a fluir con El/Ella, ensayar y equivocarnos y volver a ensayar, volver a atrevernos ... Quizá sea cuestión tan solo de probar un instante el Infinito para volver después a lo cotidiano con su sabor imborrable en nuestros labios.

Quizá solo, nada más, el empeño sea convertirnos en artesanos y artesanos de nuestra propia vida. Modelando el barro que somos con mimo y atención, sabiendo que no habrá moldes preestablecidos capaces de contener la magnitud de nuestro Ser. Cuidando cada instante, cada encuentro, como El/Ella, el Gran Artesano lo haría, pues cada instante es un tesoro único e irrepetible, una oportunidad mágica y maravillosa de Ser .•