Había una vez un hombre que caminaba perdido en el sendero Espiritual. Estando paseando por el monte, solitario, triste y preocupado de cómo podría ver la luz, oyó una voz que le dijo:
-¿Dónde vas buen hombre?
Un poco asustado al oír aquella voz, contestó:
-Llevo años queriendo ver ya de una vez la Luz , pero ni la veo ni sé dónde buscarla. Sonriendo, aquella voz le dijo:- Hijo mío la luz no se busca, está siempre delante de tú, lo que pasa es que tienes un bosque de árboles entre tú y ella que no te la deja ver.
-¿Quieres decir que los árboles mentales que tengo no me dejan ver la luz?
-Así es, por lo tanto has de ir talando todos los árboles que están entre tú y la Luz, pues ellos te impiden verla.
-¿Y cómo puedo hacer eso?, le preguntó el hombre.
-Mira, te enseñare como hacerlo, siéntate en la base de ese árbol, mantente en silencio y ve observando los árboles que tienes y ver talándolos mentalmente todos y cada uno de ellos.
Así pues aquel hombre se puso manos a la obra y empezó a ver su primer árbol. Vio el árbol de la impaciencia y lo taló, luego vio el de la intolerancia e incomprensión hacia los demás, siguió cortando el árbol de la vanidad y del ego, cortó también el árbol del rencor y el no perdón a los demás, siguió con el árbol de juzgar y creer ser superior a los demás, y siguió y siguió…….
Pasado un rato la voz le dijo:- ¿Cómo vas?
El hombre le contestó:- Voy bien, acabo de talar una gran hilera de árboles que no me dejaban ver la luz, pero aun no la veo, hay otra gran fila de árboles, ¿qué árboles son estos?, preguntó el hombre.
La voz le contestó: son los mismos árboles de antes pero ahora son a nivel espiritual, son los árboles de la vanidad espiritual, intolerancia espiritual, el árbol de creerse en posesión de la verdad …. y estos árboles son peores que los anteriores, córtalos muy bien.
Así pues, el hombre siguió talando la siguiente hilera de árboles. Taló el árbol de creerse ser un elegido, de creerse maestro, taló el árbol de querer salvar al mundo, taló también el árbol de su religión y siguió y siguió.
Pasado un rato la voz le dijo:- ¿cómo vas? Acabo de talar otra gran hilera de árboles que no me dejan ver la luz, pero aun no la veo, hay otra gran hilera de árboles, ¿qué árboles son estos?, preguntó el hombre.
La voz le contestó:- estos árboles son muy importantes de talar, estos árboles te sirvieron en su momento pero ahora has de cortarlos todos, pero es decisión tuya de hacerlo o no, pues no querrás talarlos, pero ya debe ser elección tuya, así que observa bien estos árboles y decide tú que quieres hacer.
Así que el hombre observó y taló dichos árboles, taló el árbol de no creer ya en maestros ascendidos, de no creer en Ángeles, el árbol de no creer en seres de luz, en no creer en todo lo que leyó y le ensañaron, y siguió talando y talando, y aunque le costaba mucho talar tantos, pues se estaba quedando sin nada, el siguió adelante...
Pasado un rato le dijo la voz: -¿Cómo vas?
Este hombre le contestó: -Voy bien, ya se ve algo de luz, pero estoy viendo dos últimos árboles, uno es enorme y otro más normal, ¿qué hago ahora con ellos?.
La voz le dijo:- Antes de talarlos mira bien que representan dichos árboles.
El hombre se concentró y al ir a cortar el árbol más normal, vaciló y rápido fue a consultar a la voz.
Exclamó; -¡Ese árbol es mi SER, ¿cómo quieres que lo tale?.
La voz le contestó: -Si quieres ver la Luz, has de talarlo, pero eso ya es elección tuya.
Así que aquel hombre un poco asustado lo taló y se quedó sin creer en su SER.
Pasado un rato la voz le dijo: -¿Cómo vas?
-Ya he talado ese árbol, le contestó. Y la voz le preguntó ¿y aún sigues vivo?
El hombre contesto, sí.
Pues entonces sigue, le dijo la voz.
Así pues el hombre se puso a talar el último y enorme árbol que no le dejaba ver la Luz. Pero cuando fue a talarlo se dio cuenta lo que representaba el último árbol y fue corriendo a preguntar otra vez a la voz. Súper asustado aquel hombre le dijo a la voz. ¡Madre mía! ¿Tú sabes qué árbol es ese? ¡Es Mi Dios!.
-Así es, le dijo la voz, tálalo también si quieres ver la luz.
- Uf, contestó aquél hombre, eso si que me va a costar, pero lo haré.
Pasado un rato le dijo la voz: -¿Cómo vas?
-Muy bien ya veo la luz, es preciosa y todo amor, es increíble .Muchas gracias de todo corazón por ayudarme a ver la luz, le dijo el hombre entusiasmado.
-No corras tanto, le replicó la voz, aún no hemos terminado, esa luz que ves es aún un espejismo, tienes que talar el ultimo árbol para poder ver la verdadera Luz.
¿Cómo? Dijo sorprendido aquel hombre, yo no veo ningún árbol más.
- Ese es el problema, nunca veis el último árbol, Ese árbol eres tu mismo, y ves la Luz a través de tu árbol, no de tí, tálate tú y veras la luz.
Aquel hombre no podría creer lo que estaba oyendo, pero se puso en marcha y taló su propio árbol. Pasado un rato le dijo la voz:- ¿Cómo vas, ya has visto la Luz?
Y aquel hombre con todo amor, paz y felicidad, le dijo a la voz: no he visto la Luz,!!!SOY LA LUZ!!!
Autor desconocido
Tuesday, December 21, 2010
Wednesday, December 15, 2010
Historia de una pequeña Alma -Publicado por Jesús-
HABIA UNA VEZ UNA pequeña Alma que dijo a Dios:
- ¡Ya sé quien soy! Y Dios le contestó:
- ¡Maravilloso! ¿Quién eres?
La pequeña alma contestó a toda voz. ¡Soy la luz!
Dios sonrió ampliamente:
- Así es – exclamó - Tú eres la Luz.
La pequeña alma estaba felíz, porque había comprendido lo que todas las almas del reino trataban de entender.
-¡Hurra! ¡Esto es fantástico¡
Pero poco después ya no le bastó con saber quien era. Sentía cierta inquietud en su interior, porque quería ser lo que era.
Así, la pequeña alma volvió a hablar con Dios (lo cual no es mala idea para todas las almas que quieren ser Quienes Son realmente), para comunicarle sus ideas:
-¡Hola, Dios! Ahora que ya se quien soy, ¿es bueno serlo?
Dios respondió:
-¿Quieres decir que deseas ser Quien Ya Eres?
-Pues… verás. Una cosa es saber Quien soy, y otra muy distinta es serlo realmente. Quiero sentir como es ser la luz.
-Pero si ya eres la luz -Repitió Dios, sonriendo otra vez-.
-¡Si, pero quiero saber como se siente serlo! -exclamó la pequeña alma.
-Creo que debí imaginármelo -repuso Dios, riendo-, Tu siempre has sido la más aventurera- y, tras un instante, la expresión de Dios cambió-
pero hay una cuestión…
-¿Qué es? preguntó la almita.
-…Que no existe otra cosa además de la luz. No creé otra cosa que lo que tú misma eres. Así, no hay un modo sencillo para que experimentes Quien eres, puesto que no hay nada que no seas.
-¿Cómo?- repuso la Pequeña Alma inocente, estaba un poco confundida.
-Piénsalo de este modo. Eres como una vela en el sol. Ya estas allá, junto con millones y millones de otras velas que forman el sol.
Y el sol no podría serlo sin ti, porque le faltaría una de sus velas, y así no podría brillar tanto. Pero saber que eres la luz estando dentro de la luz… ese es el problema.
-Tu eres Dios, ¡ya se te ocurrirá algo!
Dios volvió a sonreír:
-Ya pensé en algo. Puesto que no puedes sentirte la Luz al estar en ella, te rodearé de oscuridad.
-¿Qué es la oscuridad?
-Es aquello que tú no eres.
-¿Tendré miedo de la oscuridad?- gimió la almita.
-Solo si así lo quieres- respondió Dios- A decir verdad, no hay nada que temer, a menos que así lo decidas. Nosotros inventamos todo eso. Fingimos.
-¡Ah!- exclamó la pequeña alma, que ya se estaba sintiendo mejor.
Entonces Dios explico que, para poder experimentar cualquier cosa, se requiere de su opuesto.
-Ese es un gran don, porque sin el no podrías conocer como es todo lo demás. No podrías saber que es lo Caliente sin lo frío, el Arriba sin el Abajo, lo Rápido sin lo lento. No podrías saber que es la izquierda sin la derecha, el Acá sin el Allá, el Ahora sin el Después. “Y así - concluyó Dios -, al verte envuelta en la oscuridad, no cierres el puño ni alces la voz para maldecirla.
“Mas bien, sé Luz entre las tinieblas,y no te enojes por ello. De ese modo sabrás Quien Eres Realmente, y también los demás, lo sabrán.
Permite que tu luz brille para que todos sepan que eres alguien muy especial.
-¿Quieres decir que está bien que los demás sepan que soy alguien muy especial?- inquirió la Pequeña Alma.
-¡Por supuesto!- rió Dios- ¡Está muy bien! Pero recuerda que “especial” no quiere decir “mejor”.¡ Todos son especiales, cada uno a su modo!
Pero hay muchos que no lo recuerdan. Entenderán que esta bien que sean especiales solo cuando tu mismo sepas que esta bien ser especial.
- ¡Fantástico! - exclamó la almita, quien bailaba, reía y daba saltos de felicidad.- ¡Puedo ser todo lo especial que quiera!
- Si, y puedes serlo a partir de ahora mismo - agrego Dios, quien bailaba y saltaba y reía con la pequeña Alma.- ¿Qué parte de lo especial quieres ser?
- ¿Qué parte de lo especial? No te entiendo.
- Verás… - le explicó Dios- : ser la Luz es ser especial, y eso esta hecho de muchas partes. Ser generoso es ser especial. Ser amable es ser especial. Ser creativo es ser especial. Ser paciente es ser especial.
¿Se te ocurren otros modos de ser especial? La pequeña Alma quedó en silencio por un instante:
- ¡Se me ocurren muchas formas de ser especial! - Exclamó luego - Es especial ayudar a los demás. Es especial compartir. Y ser amistoso también es ser especial. ¡Ser considerado con los demás es ser especial!
- ¡Así es! - concordó Dios. - Y tu puedes ser todas esas cosas, o cualquier otra parte de lo especial que desees ser, en cualquier momento. Eso significa ser la Luz.
- ¡Ya se lo que quiero ser! - anunció la Pequeña Alma, muy emocionada.
- Quiero ser la parte de lo especial llamada “perdonar”. ¿No es especial perdonar?
- Oh, si - aseguro Dios - Eso es muy especial.
- Entonces, eso quiero ser. Quiero perdonar. Quiero experimentarme a mi misma de ese modo.
- Bien - dijo Dios - Pero hay algo que debes saber. - La Pequeña Alma comenzaba a impacientarse. Parecía que siempre había complicaciones -
- ¿De qué se trata? - suspiró.
- No hay nadie a quien perdonar.
-¿Nadie? - la Pequeña Alma apenas podía creer lo que estaba oyendo.
-¡Nadie! - repitió Dios - Todo cuanto hice es perfecto. No hay una sola alma en toda la creación que sea menos perfecta que tu. Mira a tu alrededor.
Entonces la Pequeña Alma se dió cuenta de que se había reunido una gran multitud. De todo largo y ancho, de todos los rincones del Reino, habían venido almas, porque se había corrido la voz de que la Pequeña alma sostenía una extraordinaria conversación con Dios, y todos querían oír lo que decían. Viendo a las incontables almas reunidas, la almita tuvo que coincidir: nadie parecía ser menos maravilloso, menos magnifico o menos perfecto que ella misma. Tal era el esplendor de las almas reunidas y tan brillante era su Luz, que la Pequeña Alma apenas podía sostener su mirada.
-¿A quién perdonar entonces? - preguntó Dios.
-¡Oh, creo que esto será muy aburrido!. - Gruñó la almita - . Quería experimentarme como El Que Perdona. Quería saber como es esa parte de lo especial.
Y, así, supo como es estar triste. Pero entonces un Alma amistosa salió de entre la multitud:
- No te preocupes Pequeña - le dijo- Yo te ayudaré.
-¿De verdad? - replicó, con el rostro iluminado - ¿Pero que puedes hacer?
- Puedo darte a alguien para que lo perdones.
-¿Puedes?
- ¡Desde luego! - canturreo el Alma amistosa - Puedo ir a tu siguiente vida y hacer algo para que lo perdones.
- Pero… ¿Por qué habrías de hacerlo? - preguntó la Pequeña Alma—. ¡Tú que eres un Ser de tan absoluta perfección! Tú que vibras con gran rapidez creando una luz tan brillante que apenas puedo verla! ¿Qué
podría hacer que frenaras tu vibración hasta que tu luz se hiciera oscura y densa? ¿Qué podrías hacer tú, que eres tan ligera como para bailar en las estrellas y desplazarte por el Reino a la velocidad del pensamiento, entrarás a mi vida y te volverás pesada como para hacer una cosa tan mala?
- Es muy fácil - repuso el Alma Amistosa- Lo haría porque te amo.
A la Pequeña Alma le sorprendió la respuesta.
- No te asombres - le dijo el Alma Amistosa - Tu hiciste lo mismo por mi. ¿No lo recuerdas? Hemos bailado juntas muchas veces, por eones y eras. Durante todos los tiempos y en muchos lugares hemos jugado juntas. Simplemente no lo recuerdas, Ambas hemos sido todas las cosas.
Ya fuimos el Arriba y el Abajo, la Izquierda y la Derecha. Fuimos el Acá y el Allá, el Ahora y el Después, Fuimos lo Masculino y lo Femenino, lo Bueno y lo Malo. Tú y yo Fuimos la víctima y el villano.
-Así, nos hemos reunido muchas veces – continuó - la una dando a la otra la oportunidad exacta y perfecta para expresar y experimentar Quienes Somos Realmente.
De ese modo - añadió el Alma Amistosa - llegaré a tu próxima vida y seré el “malo”. Haré algo realmente terrible, y entonces podrás experimentarte como El Que Perdona.
-¿Qué harás? - preguntó la Pequeña Alma, un poco nerviosa - ¿Qué puede ser tan terrible?
- Oh, ya pensaremos en algo - replicó el Alma amistosa, con un guiño. Segundos después, pareció tornarse muy seria y murmuró:
- Tienes razón en algo.
-¿En qué? - quiso saber la almita.
- Tendré que frenar mi vibración y hacerme muy pesada para hacer ese algo no tan bueno, Fingiré que soy alguien muy distinto a quien realmente soy. Por eso te pediré un favor a cambio.
- ¡Si, lo que quieras - exclamó la Pequeña Alma y comenzó a cantar y bailar - Podré perdonar, podré perdonar!
Pero notó que el Alma Amistosa seguía muy callada.
-¿Qué quieres? - le preguntó- ¿Qué puedo hacer por tí? ¡Eres todo un ángel por estar dispuesta a hacer tal cosa por mí!
- ¡Claro que el Alma Amistosa es un ángel! - interrumpió Dios- ¡Todos lo son! Siempre recuerda eso: que sólo Ángeles os envío.
Y así, la Pequeña Alma quiso mas que nunca satisfacer la petición del Alma amistosa:
- ¿Que puedo hacer por ti? - volvió a preguntar.
- En el momento que te golpee y te despedace - repuso el Alma Amistosa
- Cuando te hago lo peor que pudieras imaginarte, en ese mismo instante…
- ¿Qué? - interrumpió la Pequeña Alma - ¿Qué…?
El Alma amistosa esta aún mas seria:
- Recuerda quien soy realmente.
-¡Si, así será! - exclamó el Alma Inocente - ¡Te lo prometo! Siempre te recordaré tal y como te veo aquí y ahora.
- Muy bien - repuso el Alma Amistosa - porque pondré tanto empeño en fingir, que olvidare quien soy. Y si tú no me recuerdas como soy realmente, no podré acordarme durante mucho tiempo. Y si olvido quien
soy, incluso tu olvidarás Quien Eres, y las dos estaremos perdidas.
Entonces necesitaremos que venga otra alma para que nos recuerde a Ambas Quienes Somos.
- ¡No, no será así! - prometió otra vez la Pequeña alma - ¡Te recordaré! Y te agradeceré por darme ese don, la oportunidad de experimentarme como Quien Soy.
Así acordaron, y La Pequeña Alma fue hacia una nueva vida, emocionada por ser la Luz, que era muy especial, y por ser esa parte de lo especial que se llama Perdonar. Y esperó ansiosamente poder
experimentarse como Perdón y agradecer lo que hiciera la otra alma para que fuera posible. En todo momento de esta vida, cada vez que apareció en escena una nueva alma, ya fuera que trajese felicidad o pesar ( y especialmente si traía pesar), la Pequeña Alma pensó en lo que Dios le dijo:
“Siempre recuerda que no os envío mas que Ángeles”
HABIA UNA VEZ UNA pequeña Alma que dijo a Dios:
- ¡Ya sé quien soy! Y Dios le contestó:
- ¡Maravilloso! ¿Quién eres?
La pequeña alma contestó a toda voz. ¡Soy la luz!
Dios sonrió ampliamente:
- Así es – exclamó - Tú eres la Luz.
La pequeña alma estaba felíz, porque había comprendido lo que todas las almas del reino trataban de entender.
-¡Hurra! ¡Esto es fantástico¡
Pero poco después ya no le bastó con saber quien era. Sentía cierta inquietud en su interior, porque quería ser lo que era.
Así, la pequeña alma volvió a hablar con Dios (lo cual no es mala idea para todas las almas que quieren ser Quienes Son realmente), para comunicarle sus ideas:
-¡Hola, Dios! Ahora que ya se quien soy, ¿es bueno serlo?
Dios respondió:
-¿Quieres decir que deseas ser Quien Ya Eres?
-Pues… verás. Una cosa es saber Quien soy, y otra muy distinta es serlo realmente. Quiero sentir como es ser la luz.
-Pero si ya eres la luz -Repitió Dios, sonriendo otra vez-.
-¡Si, pero quiero saber como se siente serlo! -exclamó la pequeña alma.
-Creo que debí imaginármelo -repuso Dios, riendo-, Tu siempre has sido la más aventurera- y, tras un instante, la expresión de Dios cambió-
pero hay una cuestión…
-¿Qué es? preguntó la almita.
-…Que no existe otra cosa además de la luz. No creé otra cosa que lo que tú misma eres. Así, no hay un modo sencillo para que experimentes Quien eres, puesto que no hay nada que no seas.
-¿Cómo?- repuso la Pequeña Alma inocente, estaba un poco confundida.
-Piénsalo de este modo. Eres como una vela en el sol. Ya estas allá, junto con millones y millones de otras velas que forman el sol.
Y el sol no podría serlo sin ti, porque le faltaría una de sus velas, y así no podría brillar tanto. Pero saber que eres la luz estando dentro de la luz… ese es el problema.
-Tu eres Dios, ¡ya se te ocurrirá algo!
Dios volvió a sonreír:
-Ya pensé en algo. Puesto que no puedes sentirte la Luz al estar en ella, te rodearé de oscuridad.
-¿Qué es la oscuridad?
-Es aquello que tú no eres.
-¿Tendré miedo de la oscuridad?- gimió la almita.
-Solo si así lo quieres- respondió Dios- A decir verdad, no hay nada que temer, a menos que así lo decidas. Nosotros inventamos todo eso. Fingimos.
-¡Ah!- exclamó la pequeña alma, que ya se estaba sintiendo mejor.
Entonces Dios explico que, para poder experimentar cualquier cosa, se requiere de su opuesto.
-Ese es un gran don, porque sin el no podrías conocer como es todo lo demás. No podrías saber que es lo Caliente sin lo frío, el Arriba sin el Abajo, lo Rápido sin lo lento. No podrías saber que es la izquierda sin la derecha, el Acá sin el Allá, el Ahora sin el Después. “Y así - concluyó Dios -, al verte envuelta en la oscuridad, no cierres el puño ni alces la voz para maldecirla.
“Mas bien, sé Luz entre las tinieblas,y no te enojes por ello. De ese modo sabrás Quien Eres Realmente, y también los demás, lo sabrán.
Permite que tu luz brille para que todos sepan que eres alguien muy especial.
-¿Quieres decir que está bien que los demás sepan que soy alguien muy especial?- inquirió la Pequeña Alma.
-¡Por supuesto!- rió Dios- ¡Está muy bien! Pero recuerda que “especial” no quiere decir “mejor”.¡ Todos son especiales, cada uno a su modo!
Pero hay muchos que no lo recuerdan. Entenderán que esta bien que sean especiales solo cuando tu mismo sepas que esta bien ser especial.
- ¡Fantástico! - exclamó la almita, quien bailaba, reía y daba saltos de felicidad.- ¡Puedo ser todo lo especial que quiera!
- Si, y puedes serlo a partir de ahora mismo - agrego Dios, quien bailaba y saltaba y reía con la pequeña Alma.- ¿Qué parte de lo especial quieres ser?
- ¿Qué parte de lo especial? No te entiendo.
- Verás… - le explicó Dios- : ser la Luz es ser especial, y eso esta hecho de muchas partes. Ser generoso es ser especial. Ser amable es ser especial. Ser creativo es ser especial. Ser paciente es ser especial.
¿Se te ocurren otros modos de ser especial? La pequeña Alma quedó en silencio por un instante:
- ¡Se me ocurren muchas formas de ser especial! - Exclamó luego - Es especial ayudar a los demás. Es especial compartir. Y ser amistoso también es ser especial. ¡Ser considerado con los demás es ser especial!
- ¡Así es! - concordó Dios. - Y tu puedes ser todas esas cosas, o cualquier otra parte de lo especial que desees ser, en cualquier momento. Eso significa ser la Luz.
- ¡Ya se lo que quiero ser! - anunció la Pequeña Alma, muy emocionada.
- Quiero ser la parte de lo especial llamada “perdonar”. ¿No es especial perdonar?
- Oh, si - aseguro Dios - Eso es muy especial.
- Entonces, eso quiero ser. Quiero perdonar. Quiero experimentarme a mi misma de ese modo.
- Bien - dijo Dios - Pero hay algo que debes saber. - La Pequeña Alma comenzaba a impacientarse. Parecía que siempre había complicaciones -
- ¿De qué se trata? - suspiró.
- No hay nadie a quien perdonar.
-¿Nadie? - la Pequeña Alma apenas podía creer lo que estaba oyendo.
-¡Nadie! - repitió Dios - Todo cuanto hice es perfecto. No hay una sola alma en toda la creación que sea menos perfecta que tu. Mira a tu alrededor.
Entonces la Pequeña Alma se dió cuenta de que se había reunido una gran multitud. De todo largo y ancho, de todos los rincones del Reino, habían venido almas, porque se había corrido la voz de que la Pequeña alma sostenía una extraordinaria conversación con Dios, y todos querían oír lo que decían. Viendo a las incontables almas reunidas, la almita tuvo que coincidir: nadie parecía ser menos maravilloso, menos magnifico o menos perfecto que ella misma. Tal era el esplendor de las almas reunidas y tan brillante era su Luz, que la Pequeña Alma apenas podía sostener su mirada.
-¿A quién perdonar entonces? - preguntó Dios.
-¡Oh, creo que esto será muy aburrido!. - Gruñó la almita - . Quería experimentarme como El Que Perdona. Quería saber como es esa parte de lo especial.
Y, así, supo como es estar triste. Pero entonces un Alma amistosa salió de entre la multitud:
- No te preocupes Pequeña - le dijo- Yo te ayudaré.
-¿De verdad? - replicó, con el rostro iluminado - ¿Pero que puedes hacer?
- Puedo darte a alguien para que lo perdones.
-¿Puedes?
- ¡Desde luego! - canturreo el Alma amistosa - Puedo ir a tu siguiente vida y hacer algo para que lo perdones.
- Pero… ¿Por qué habrías de hacerlo? - preguntó la Pequeña Alma—. ¡Tú que eres un Ser de tan absoluta perfección! Tú que vibras con gran rapidez creando una luz tan brillante que apenas puedo verla! ¿Qué
podría hacer que frenaras tu vibración hasta que tu luz se hiciera oscura y densa? ¿Qué podrías hacer tú, que eres tan ligera como para bailar en las estrellas y desplazarte por el Reino a la velocidad del pensamiento, entrarás a mi vida y te volverás pesada como para hacer una cosa tan mala?
- Es muy fácil - repuso el Alma Amistosa- Lo haría porque te amo.
A la Pequeña Alma le sorprendió la respuesta.
- No te asombres - le dijo el Alma Amistosa - Tu hiciste lo mismo por mi. ¿No lo recuerdas? Hemos bailado juntas muchas veces, por eones y eras. Durante todos los tiempos y en muchos lugares hemos jugado juntas. Simplemente no lo recuerdas, Ambas hemos sido todas las cosas.
Ya fuimos el Arriba y el Abajo, la Izquierda y la Derecha. Fuimos el Acá y el Allá, el Ahora y el Después, Fuimos lo Masculino y lo Femenino, lo Bueno y lo Malo. Tú y yo Fuimos la víctima y el villano.
-Así, nos hemos reunido muchas veces – continuó - la una dando a la otra la oportunidad exacta y perfecta para expresar y experimentar Quienes Somos Realmente.
De ese modo - añadió el Alma Amistosa - llegaré a tu próxima vida y seré el “malo”. Haré algo realmente terrible, y entonces podrás experimentarte como El Que Perdona.
-¿Qué harás? - preguntó la Pequeña Alma, un poco nerviosa - ¿Qué puede ser tan terrible?
- Oh, ya pensaremos en algo - replicó el Alma amistosa, con un guiño. Segundos después, pareció tornarse muy seria y murmuró:
- Tienes razón en algo.
-¿En qué? - quiso saber la almita.
- Tendré que frenar mi vibración y hacerme muy pesada para hacer ese algo no tan bueno, Fingiré que soy alguien muy distinto a quien realmente soy. Por eso te pediré un favor a cambio.
- ¡Si, lo que quieras - exclamó la Pequeña Alma y comenzó a cantar y bailar - Podré perdonar, podré perdonar!
Pero notó que el Alma Amistosa seguía muy callada.
-¿Qué quieres? - le preguntó- ¿Qué puedo hacer por tí? ¡Eres todo un ángel por estar dispuesta a hacer tal cosa por mí!
- ¡Claro que el Alma Amistosa es un ángel! - interrumpió Dios- ¡Todos lo son! Siempre recuerda eso: que sólo Ángeles os envío.
Y así, la Pequeña Alma quiso mas que nunca satisfacer la petición del Alma amistosa:
- ¿Que puedo hacer por ti? - volvió a preguntar.
- En el momento que te golpee y te despedace - repuso el Alma Amistosa
- Cuando te hago lo peor que pudieras imaginarte, en ese mismo instante…
- ¿Qué? - interrumpió la Pequeña Alma - ¿Qué…?
El Alma amistosa esta aún mas seria:
- Recuerda quien soy realmente.
-¡Si, así será! - exclamó el Alma Inocente - ¡Te lo prometo! Siempre te recordaré tal y como te veo aquí y ahora.
- Muy bien - repuso el Alma Amistosa - porque pondré tanto empeño en fingir, que olvidare quien soy. Y si tú no me recuerdas como soy realmente, no podré acordarme durante mucho tiempo. Y si olvido quien
soy, incluso tu olvidarás Quien Eres, y las dos estaremos perdidas.
Entonces necesitaremos que venga otra alma para que nos recuerde a Ambas Quienes Somos.
- ¡No, no será así! - prometió otra vez la Pequeña alma - ¡Te recordaré! Y te agradeceré por darme ese don, la oportunidad de experimentarme como Quien Soy.
Así acordaron, y La Pequeña Alma fue hacia una nueva vida, emocionada por ser la Luz, que era muy especial, y por ser esa parte de lo especial que se llama Perdonar. Y esperó ansiosamente poder
experimentarse como Perdón y agradecer lo que hiciera la otra alma para que fuera posible. En todo momento de esta vida, cada vez que apareció en escena una nueva alma, ya fuera que trajese felicidad o pesar ( y especialmente si traía pesar), la Pequeña Alma pensó en lo que Dios le dijo:
“Siempre recuerda que no os envío mas que Ángeles”
Sunday, December 05, 2010
Claves para amarse uno mismo de Borja Vilaseca
Nuestra independencia emocional depende de aprender a ser felices por nosotros mismos. Esta es la conquista más difícil y la más necesaria.
Cuenta una leyenda que en un pasado remoto los seres humanos éramos dioses. Pero abusamos tanto de nuestros privilegios, que la vida decidió retirarnos este poder y esconderlo hasta que realmente hubiéramos madurado.
El comité de eruditos de la vida sugirió enterrar el poder de la divinidad bajo tierra, en el fondo de los océanos, en la luna... La vida desechó todas estas opciones: “Veo que ignoráis hasta qué punto los seres humanos son tozudos. Explorarán, excavarán o gastarán una fortuna en naves para intentar conquistar el espacio hasta dar con el escondite”.
El comité de eruditos se quedó sin saber qué decir. “Según lo que afirmas, no hay lugar donde los seres humanos no vayan a mirar nunca”. Tras escuchar estas palabras, la vida tuvo una revelación. “¡Ya lo tengo! ¡Esconderemos el poder de la divinidad en lo más profundo de su corazón, pues es el único lugar donde a muy pocos se les ocurrirá buscar!”.
¿QUÉ HAY DE NOSOTROS?
“No hay amor suficiente capaz de llenar el vacío de una persona que no se ama a sí misma” (Irene Orce)
Muchos de nosotros todavía no hemos encontrado ese poder que andamos buscando. Al vivir desconectados de nuestro corazón, intuimos que nos falta algo esencial para ser felices. De ahí que haya personas que no soporten estar consigo mismas, sin hacer nada, a solas con su vacío interior. Y dado que la sociedad nos condiciona para creer que el amor hacia nosotros mismos es un acto de egoísmo, vanidad y narcisismo, solemos esperar que los demás nos amen para dejar de sentirnos incompletos e insatisfechos.
Pero esta búsqueda está condenada al fracaso, pues es precisamente nuestra conexión interna lo único que falta en nuestra vida. Más allá del placer y la satisfacción temporal que nos proporcionan el éxito y la respetabilidad, así como el consumo y el entretenimiento, lo que en realidad necesitamos para ser felices ya se encuentra en nuestro corazón. Seamos honestos: ¿cuánto tiempo, dinero y energía dedicamos en conocernos, cuidarnos y mimarnos? ¿Cuándo fue la última vez que sentimos paz? ¿Qué hemos hecho recientemente para amarnos?
Como en cualquier otro ámbito de la vida, gozar de un saludable bienestar emocional es una cuestión de comprensión, compromiso y entrenamiento.
DE LA ESCASEZ A LA ABUNDANCIA
“La vida te trata tal y como tú te tratas a ti mismo” (Louise L. Hay)
Amarse a uno mismo no tiene nada que ver con sentimentalismos ni cursilerías. Se trata de un asunto bastante más serio. Al hablar de amor, nos referimos a los pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos que nos profesamos a nosotros mismos. Así, amarnos es sinónimo de escucharnos, atendernos, aceptarnos, respetarnos, valorarnos y, en definitiva, ser amables con nosotros en cada momento y frente a cualquier situación.
El primer paso para amarnos consiste en conocernos, comprendiendo cómo funcionamos para diferenciar lo que deseamos de lo que verdaderamente necesitamos para ser felices. Y aunque en un primer momento lo parezca, este proceso de autoconocimiento no es un fin en sí mismo. Es el medio que nos permite adueñarnos de nuestra mente, superando a través de la aceptación y el amor nuestros miedos, complejos y frustraciones.
Emocionalmente hablando, solo podemos compartir con los demás aquello que primero hemos cultivado en nuestro corazón. Si no aprendemos a ser felices de forma autónoma e independiente, es imposible que podamos ser cómplices de la felicidad de las personas que nos rodean. No en vano, al vivir tiranizados por nuestras carencias, nos relacionamos desde la escasez, pendientes de que los demás nos den eso que no hemos sabido darnos. Por el contrario, al conectar con nuestra fuente interna de bienestar y dicha, entramos en la vida de los demás desde la abundancia, ofreciéndoles lo mejor de nosotros sin necesitar ni esperar nada a cambio.
ILUMINAR NUESTRA SOMBRA
“La luz es demasiado dolorosa para quienes viven en la oscuridad” (Eckhart Tolle)
Por más buenos que creamos ser, todos funcionamos mediante creencias, motivaciones, aspiraciones, deseos, actitudes y conductas egocéntricas, muchas de las cuales no queremos ver ni reconocer. Por eso, cuando alguien señala nuestros defectos y debilidades solemos ponernos a la defensiva. Más allá de esta reacción infantil, la madurez emocional pasa por comprender y aceptar nuestro lado oscuro, al que los psicólogos denominan “sombra”. Paradójicamente, así es como podemos trascenderlo, dejando de proyectar nuestros conflictos internos sobre los demás y sobre el mundo que nos rodea.
Amarse a uno mismo también consiste en sanar las heridas emocionales derivadas de nuestros conflictos internos. Dado que somos especialistas en huir del dolor, al llegar a la edad adulta solemos tapar y protegernos de dichas heridas tras una máscara del agrado de los demás. Y de tanto llevarla puesta, corremos el riesgo de olvidarnos quiénes éramos antes de ponérnosla. Así, para poder ir pelando las capas de la cebolla que nos separan de nuestra verdadera esencia, es muy recomendable adentrarnos en la meditación.
No en vano, el silencio y la soledad permiten que aflore nuestra verdad. Basta con que de vez en cuando dediquemos un rato a estar solos, sin ruidos ni distracciones, observando todas aquellas sensaciones que vayan brotando en nuestro interior, por muy molestas y desagradables que sean. Esta incomodidad –a la que solemos etiquetar como “aburrimiento”– pone de manifiesto que no estamos conectados con nuestro corazón. Y en vez de evitar a toda costa entrar en contacto con nuestro malestar, el aprendizaje consiste en armarnos de valentía para traspasar esta cortina de dolor a través de la aceptación. De hecho, solo cuando lo canalizamos de forma consciente y constructiva podemos liberarnos de su presencia.
DEJAR DE AUTOPERTURBARNOS
“Cuando te amas a ti mismo dejas de encontrar motivos para luchar, sufrir y entrar en conflicto con la vida” (Gerardo Schmedling)
Cuando tomamos el compromiso de amarnos, lo que en verdad estamos asumiendo es la responsabilidad de crear en nuestro interior los resultados de bienestar que antes solíamos delegar en factores externos. Y esto pasa por cuidar nuestro cuerpo y nuestra alimentación. También por encontrar un sano equilibrio entre la actividad, el descanso y la relajación. E incluso por elegir con quién nos relacionamos y a qué nos dedicamos profesionalmente. El síntoma más evidente de que estamos cultivando el amor hacia nosotros mismos es un aumento notable de nuestra energía vital, lo que mejora nuestra salud física y emocional.
Además, al llevar un estilo de vida coherente y equilibrado podemos enfrentarnos al mayor reto de todos: recuperar el control sobre nuestra mente. Solo así podemos nutrir y reforzar nuestra autoestima. Y esto pasa por dejar de perturbarnos por no alcanzar el ideal de la persona que deberíamos ser, al tiempo que comenzamos a aceptarnos y amarnos por la persona que somos.
Al adueñarnos de nuestros pensamientos nos convertimos en los creadores de nuestra experiencia interior. Es decir, de nuestras emociones, sentimientos y estados de ánimo. Y al adueñarnos de nuestra experiencia interior nos convertimos en los amos de nuestro destino. Se sabe que nos amamos cuando ningún comentario, hecho o situación provoca que reaccionemos mecánica e instintivamente. Metafóricamente, a esta “libertad psicológica” también se la denomina “el poder de la divinidad”.
LA VERDADERA RIQUEZA
“Solo poseemos aquello que no podemos perder en un naufragio” (Proverbio hindú)
Cuenta una historia que un viajero había llegado a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto, llegó corriendo un joven que, entusiasmado, le gritó: “¡Dame la piedra preciosa!” El viajero lo miró desconcertado y le preguntó: “Lo siento, pero no sé de qué me hablas”. Más calmado, el aldeano se sentó a su vera. “Ayer por la noche una voz me habló en sueños”, le confesó. “Y me aseguró que si al anochecer venía a las afueras de la aldea, encontraría a un viajero que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre”.
El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra del tamaño de un puño. “Probablemente se refería a ésta. Me pareció bonita y por eso la cogí. Tómala, ahora es tuya”, dijo, mientras se la entregaba al joven. ¡Era un diamante! El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegría.
Mientras el viajero dormía plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podía pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le había quitado el sueño y pasó toda la noche en vela. Al amanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó: “Por favor, enséñame a conseguir la riqueza que te permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad”.
PARA CULTIVAR EL AMOR
1. LIBRO ‘El arte de la meditación, de Matthieu Ricard (Urano). Un libro de fácil lectura y muy útil para aquellos que estén interesados en conocer más en profundidad qué es, cómo se practica y cuáles son los beneficios de la meditación.
2. PELÍCULA ‘Alice’, de Woody Allen. Una comedia que narra la historia de una mujer que al desvivirse por su marido y sus hijos se ha olvidado de atender y cuidar su mundo interior. Y de cómo a raíz de conocer a un excéntrico médico e hipnotizador descubrirá que la raíz de sus problemas es la falta de amor hacia sí misma.
3. MÚSICA Cualquier disco de Deva Premal & Miten, cuyas canciones son una invitación a adentrarnos en la relajación solos o en compañía.
Cuenta una leyenda que en un pasado remoto los seres humanos éramos dioses. Pero abusamos tanto de nuestros privilegios, que la vida decidió retirarnos este poder y esconderlo hasta que realmente hubiéramos madurado.
El comité de eruditos de la vida sugirió enterrar el poder de la divinidad bajo tierra, en el fondo de los océanos, en la luna... La vida desechó todas estas opciones: “Veo que ignoráis hasta qué punto los seres humanos son tozudos. Explorarán, excavarán o gastarán una fortuna en naves para intentar conquistar el espacio hasta dar con el escondite”.
El comité de eruditos se quedó sin saber qué decir. “Según lo que afirmas, no hay lugar donde los seres humanos no vayan a mirar nunca”. Tras escuchar estas palabras, la vida tuvo una revelación. “¡Ya lo tengo! ¡Esconderemos el poder de la divinidad en lo más profundo de su corazón, pues es el único lugar donde a muy pocos se les ocurrirá buscar!”.
¿QUÉ HAY DE NOSOTROS?
“No hay amor suficiente capaz de llenar el vacío de una persona que no se ama a sí misma” (Irene Orce)
Muchos de nosotros todavía no hemos encontrado ese poder que andamos buscando. Al vivir desconectados de nuestro corazón, intuimos que nos falta algo esencial para ser felices. De ahí que haya personas que no soporten estar consigo mismas, sin hacer nada, a solas con su vacío interior. Y dado que la sociedad nos condiciona para creer que el amor hacia nosotros mismos es un acto de egoísmo, vanidad y narcisismo, solemos esperar que los demás nos amen para dejar de sentirnos incompletos e insatisfechos.
Pero esta búsqueda está condenada al fracaso, pues es precisamente nuestra conexión interna lo único que falta en nuestra vida. Más allá del placer y la satisfacción temporal que nos proporcionan el éxito y la respetabilidad, así como el consumo y el entretenimiento, lo que en realidad necesitamos para ser felices ya se encuentra en nuestro corazón. Seamos honestos: ¿cuánto tiempo, dinero y energía dedicamos en conocernos, cuidarnos y mimarnos? ¿Cuándo fue la última vez que sentimos paz? ¿Qué hemos hecho recientemente para amarnos?
Como en cualquier otro ámbito de la vida, gozar de un saludable bienestar emocional es una cuestión de comprensión, compromiso y entrenamiento.
DE LA ESCASEZ A LA ABUNDANCIA
“La vida te trata tal y como tú te tratas a ti mismo” (Louise L. Hay)
Amarse a uno mismo no tiene nada que ver con sentimentalismos ni cursilerías. Se trata de un asunto bastante más serio. Al hablar de amor, nos referimos a los pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos que nos profesamos a nosotros mismos. Así, amarnos es sinónimo de escucharnos, atendernos, aceptarnos, respetarnos, valorarnos y, en definitiva, ser amables con nosotros en cada momento y frente a cualquier situación.
El primer paso para amarnos consiste en conocernos, comprendiendo cómo funcionamos para diferenciar lo que deseamos de lo que verdaderamente necesitamos para ser felices. Y aunque en un primer momento lo parezca, este proceso de autoconocimiento no es un fin en sí mismo. Es el medio que nos permite adueñarnos de nuestra mente, superando a través de la aceptación y el amor nuestros miedos, complejos y frustraciones.
Emocionalmente hablando, solo podemos compartir con los demás aquello que primero hemos cultivado en nuestro corazón. Si no aprendemos a ser felices de forma autónoma e independiente, es imposible que podamos ser cómplices de la felicidad de las personas que nos rodean. No en vano, al vivir tiranizados por nuestras carencias, nos relacionamos desde la escasez, pendientes de que los demás nos den eso que no hemos sabido darnos. Por el contrario, al conectar con nuestra fuente interna de bienestar y dicha, entramos en la vida de los demás desde la abundancia, ofreciéndoles lo mejor de nosotros sin necesitar ni esperar nada a cambio.
ILUMINAR NUESTRA SOMBRA
“La luz es demasiado dolorosa para quienes viven en la oscuridad” (Eckhart Tolle)
Por más buenos que creamos ser, todos funcionamos mediante creencias, motivaciones, aspiraciones, deseos, actitudes y conductas egocéntricas, muchas de las cuales no queremos ver ni reconocer. Por eso, cuando alguien señala nuestros defectos y debilidades solemos ponernos a la defensiva. Más allá de esta reacción infantil, la madurez emocional pasa por comprender y aceptar nuestro lado oscuro, al que los psicólogos denominan “sombra”. Paradójicamente, así es como podemos trascenderlo, dejando de proyectar nuestros conflictos internos sobre los demás y sobre el mundo que nos rodea.
Amarse a uno mismo también consiste en sanar las heridas emocionales derivadas de nuestros conflictos internos. Dado que somos especialistas en huir del dolor, al llegar a la edad adulta solemos tapar y protegernos de dichas heridas tras una máscara del agrado de los demás. Y de tanto llevarla puesta, corremos el riesgo de olvidarnos quiénes éramos antes de ponérnosla. Así, para poder ir pelando las capas de la cebolla que nos separan de nuestra verdadera esencia, es muy recomendable adentrarnos en la meditación.
No en vano, el silencio y la soledad permiten que aflore nuestra verdad. Basta con que de vez en cuando dediquemos un rato a estar solos, sin ruidos ni distracciones, observando todas aquellas sensaciones que vayan brotando en nuestro interior, por muy molestas y desagradables que sean. Esta incomodidad –a la que solemos etiquetar como “aburrimiento”– pone de manifiesto que no estamos conectados con nuestro corazón. Y en vez de evitar a toda costa entrar en contacto con nuestro malestar, el aprendizaje consiste en armarnos de valentía para traspasar esta cortina de dolor a través de la aceptación. De hecho, solo cuando lo canalizamos de forma consciente y constructiva podemos liberarnos de su presencia.
DEJAR DE AUTOPERTURBARNOS
“Cuando te amas a ti mismo dejas de encontrar motivos para luchar, sufrir y entrar en conflicto con la vida” (Gerardo Schmedling)
Cuando tomamos el compromiso de amarnos, lo que en verdad estamos asumiendo es la responsabilidad de crear en nuestro interior los resultados de bienestar que antes solíamos delegar en factores externos. Y esto pasa por cuidar nuestro cuerpo y nuestra alimentación. También por encontrar un sano equilibrio entre la actividad, el descanso y la relajación. E incluso por elegir con quién nos relacionamos y a qué nos dedicamos profesionalmente. El síntoma más evidente de que estamos cultivando el amor hacia nosotros mismos es un aumento notable de nuestra energía vital, lo que mejora nuestra salud física y emocional.
Además, al llevar un estilo de vida coherente y equilibrado podemos enfrentarnos al mayor reto de todos: recuperar el control sobre nuestra mente. Solo así podemos nutrir y reforzar nuestra autoestima. Y esto pasa por dejar de perturbarnos por no alcanzar el ideal de la persona que deberíamos ser, al tiempo que comenzamos a aceptarnos y amarnos por la persona que somos.
Al adueñarnos de nuestros pensamientos nos convertimos en los creadores de nuestra experiencia interior. Es decir, de nuestras emociones, sentimientos y estados de ánimo. Y al adueñarnos de nuestra experiencia interior nos convertimos en los amos de nuestro destino. Se sabe que nos amamos cuando ningún comentario, hecho o situación provoca que reaccionemos mecánica e instintivamente. Metafóricamente, a esta “libertad psicológica” también se la denomina “el poder de la divinidad”.
LA VERDADERA RIQUEZA
“Solo poseemos aquello que no podemos perder en un naufragio” (Proverbio hindú)
Cuenta una historia que un viajero había llegado a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto, llegó corriendo un joven que, entusiasmado, le gritó: “¡Dame la piedra preciosa!” El viajero lo miró desconcertado y le preguntó: “Lo siento, pero no sé de qué me hablas”. Más calmado, el aldeano se sentó a su vera. “Ayer por la noche una voz me habló en sueños”, le confesó. “Y me aseguró que si al anochecer venía a las afueras de la aldea, encontraría a un viajero que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre”.
El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra del tamaño de un puño. “Probablemente se refería a ésta. Me pareció bonita y por eso la cogí. Tómala, ahora es tuya”, dijo, mientras se la entregaba al joven. ¡Era un diamante! El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegría.
Mientras el viajero dormía plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podía pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le había quitado el sueño y pasó toda la noche en vela. Al amanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó: “Por favor, enséñame a conseguir la riqueza que te permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad”.
PARA CULTIVAR EL AMOR
1. LIBRO ‘El arte de la meditación, de Matthieu Ricard (Urano). Un libro de fácil lectura y muy útil para aquellos que estén interesados en conocer más en profundidad qué es, cómo se practica y cuáles son los beneficios de la meditación.
2. PELÍCULA ‘Alice’, de Woody Allen. Una comedia que narra la historia de una mujer que al desvivirse por su marido y sus hijos se ha olvidado de atender y cuidar su mundo interior. Y de cómo a raíz de conocer a un excéntrico médico e hipnotizador descubrirá que la raíz de sus problemas es la falta de amor hacia sí misma.
3. MÚSICA Cualquier disco de Deva Premal & Miten, cuyas canciones son una invitación a adentrarnos en la relajación solos o en compañía.
Tuesday, November 16, 2010
Yo soy
Yo soy quien quieras que tu pienses, porque depende de tí. Si me miras con tus ideas, seré de una forma, tus ideas me colorean. Si me miras con prejuicios, seré de otra manera. Soy un espejo, solo tu rostro se verá reflejado en mí. Si quieres saber quién soy, deberás estar tan vacío como yo, dos espejos mirándose mutuamente, reflejando un vacío infinito.
haciendonos conscientes
- Usa el reloj en la muñeca contraria.
- Cepillate los dientes con la otra mano.
- Camina por casa de espaldas.
- Vistete con los ojos cerrados.
- Estimula el paladar con cosas diferentes.
- Mira las fotos al reves.
- Mira la hora en el espejo.
- cambia rutas de paseo.
- y mas dependiendo da cada inventiva.
- Cepillate los dientes con la otra mano.
- Camina por casa de espaldas.
- Vistete con los ojos cerrados.
- Estimula el paladar con cosas diferentes.
- Mira las fotos al reves.
- Mira la hora en el espejo.
- cambia rutas de paseo.
- y mas dependiendo da cada inventiva.
Monday, November 15, 2010
PNL Darse cuenta (Peter Wrycza)
PNL DARSE CUENTA (el desarrollo de la conciencia y de la percepcion de Peter Wrycza)
Imagina que caminas concentrado en tu atención, que llenas el espacio de esa atención, hacia dentro de ti y hacia fuera.
Deja que tu atención domine los canales sensoriales principales, vista, oído, tacto y olfato.
Nuestra intención orienta nuestra atención, gracias a ella seleccionamos una entre todas las posibilidades ante nosotros a cada instante.
La intención confiere sentido a nuestra percepción y a nuestra acción.
La intención opera tanto sobre la mente consciente como la inconsciente.
Modo de fijar nuestra intención.
1. Identifica en que quieres concentrar tu intención, y escríbelo.
2. Permítete sentir la sensación de deseo en todo tu cuero, es este un paso clave.
3. Relájate y da las gracias a tu mente consciente e inconsciente por los servicios prestados y pideles que se concentren en tu intención.
4. Imagina que ya esta en marcha el proceso, de hacerse realidad tu intención. Disfruta de la sensación placentera y agradable.
5. Deja que esos pensamientos y sensaciones desaparezcan y agradece su cooperación a tu mente consciente e inconsciente.
La conciencia Pura.
La conciencia tiene dos caras, puede concentrase en los sucesos de nuestra vida y por otra parte puede, darse cuenta de si misma.
Cuando tenemos conciencia por y en si misma tenemos una conciencia pura y cuando estamos llenos de contenido nos damos cuenta de.
La conciencia pura es nuestra esencia, es lo que somos.
Es un estado en el cada vez mas y mas nos damos cuenta de nosotros mismos y de las cosas, una profunda nota de existencia.
Tensión conseguía este estado de claridad y certeza que esta mas allá de las palabras, repitiendo su nombre en silencio una y otra vez hasta que el nombre se disolvía y pasaba a lo innombrado como una nube se disuelve en el cielo.
Nuestro intelecto es muy valioso, pero limitado, no podemos saber los efectos de nuestras elecciones, las variables son numerosas y complejas.
Sopesar esas variables es importante pero nuestra mente consciente es limitada y no nos puede llevar demasiado lejos.
La conciencia pura nos conduce a una relación con las pautas mas profundas de la propia vida, nos lleva mas allá de las limitaciones del pensamiento lineal hacia un lugar que alberga mayor sabiduría donde todo se puede procesar a un mismo tiempo.
Desde ese lugar no solo somos mas capaces de resolver problemas, sino que estos parecen resolverse solos de igual modo que las dificultades parecen, mágicamente, mas manejables después de una larga noche de sueño.
La conciencia equilibra todas nuestras necesidades que aparentan estar en conflicto, las necesidades de la mente, el cuerpo y el espíritu.
Nos ayuda a reconocer el presente a todos los niveles, para hacer lo mas apropiado en el momento preciso.
Apartándonos, de lo que tratamos de aprender o comprender, nos acercamos al vacío creativo, donde nuestra conciencia pura donde se resolverán muchas de las preguntas.
Todo lo que existe, nuestra vida, nuestras acciones, tienen su razón en la mente consciente, pero yo estoy dentro y mas allá de esa mente consciente.
Estoy dentro de ella como testigo y mas allá de ella como ser.
¡Nuestra conciencia pura su sutil y pacifica serenidad!
Permítete un tiempo para existir y siente la paz interior y luego vuelve a tu quehacer.
La conciencia en el cuerpo nos ayuda a recobrar la simplicidad de la conciencia esencial, ponemos en conexión los aspectos mas evidentes y sutiles de nuestro cuerpo-mente, el cuerpo físico y la conciencia interna.
¿Cuánta gente camina con gracia y conciencia que puede ser tan agradable de experimentar tanto desde dentro como desde fuera.
El cuerpo no necesita palabras esta mas unido al inconsciente que nuestra mente, los impulsos e imágenes, las señales y síntomas del inconsciente son el autentico lenguaje del cuerpo.
Nuestro inconsciente es nuestra consciencia del cuerpo.
El masaje es muy poderoso para potenciar el sentido del tacto, tanto si te das un masaje como si lo das.
Acaríciate un brazo y centra la conciencia en la mano que da el masaje y luego en la zona que estas tratando y darse cuenta como cambia la experiencia.
Puedo contemplar un árbol con los ojos de la mente y me fijo en la forma de las hojas, color.
Puedo mirarlo con el corazón, observando las pautas que siguen las ramas, la armonía de las formas que se mecen al viento y tener una sensación de plenitud y satisfacción. ¿siento su belleza o esa belleza es un reflejo de propia y olvidada belleza?
Puedo mirarlo con el vientre y ya no hay duda, ese árbol es mi árbol, lo abrazo como emblema de mi naturaleza mas intima, yo soy el árbol y el árbol es yo.
Practica y observa con la mente, luego con el corazón y luego con la tripa.
Vivir consciente en la práctica.
La atención necesita tiempo y atención, solo así crecemos. Están son algunas actividades que nos ayudan a centrar nuestra atención.
1. Dedica al día, al menos, dos momentos de silencio para la meditación.
2. Escucha en tu interior, mas allá del yo, para orientarte cada día.
3. Ofrece al cuerpo momentos de libertad par moverse, bailar, estirarse, yoga, chikung…
4. En tiempos muertos, esperando una cola, en viajes, en la ducha, lavándote los dientes, andando, comiendo, ten conciencia de tu cuerpo-mente. Permite que la respiración sea profunda y completa y siente el flujo de la conciencia a la vez que respiras. Observa lo que ocurre y se consciente de lo que experimentas.
5. equilibra la actividad con el descanso y la relajación.
6. Come moderadamente y solo lo que incremente tu bienestar.
7. Minimiza la ingestión de toxinas y estimulantes.
8. Escribe un diario donde recuerdes momentos de felicidad o conciencia del día, escribe libremente, empezando por cualquier anécdota, deja que tu historia se desarrolle por si misma.
Imagina que caminas concentrado en tu atención, que llenas el espacio de esa atención, hacia dentro de ti y hacia fuera.
Deja que tu atención domine los canales sensoriales principales, vista, oído, tacto y olfato.
Nuestra intención orienta nuestra atención, gracias a ella seleccionamos una entre todas las posibilidades ante nosotros a cada instante.
La intención confiere sentido a nuestra percepción y a nuestra acción.
La intención opera tanto sobre la mente consciente como la inconsciente.
Modo de fijar nuestra intención.
1. Identifica en que quieres concentrar tu intención, y escríbelo.
2. Permítete sentir la sensación de deseo en todo tu cuero, es este un paso clave.
3. Relájate y da las gracias a tu mente consciente e inconsciente por los servicios prestados y pideles que se concentren en tu intención.
4. Imagina que ya esta en marcha el proceso, de hacerse realidad tu intención. Disfruta de la sensación placentera y agradable.
5. Deja que esos pensamientos y sensaciones desaparezcan y agradece su cooperación a tu mente consciente e inconsciente.
La conciencia Pura.
La conciencia tiene dos caras, puede concentrase en los sucesos de nuestra vida y por otra parte puede, darse cuenta de si misma.
Cuando tenemos conciencia por y en si misma tenemos una conciencia pura y cuando estamos llenos de contenido nos damos cuenta de.
La conciencia pura es nuestra esencia, es lo que somos.
Es un estado en el cada vez mas y mas nos damos cuenta de nosotros mismos y de las cosas, una profunda nota de existencia.
Tensión conseguía este estado de claridad y certeza que esta mas allá de las palabras, repitiendo su nombre en silencio una y otra vez hasta que el nombre se disolvía y pasaba a lo innombrado como una nube se disuelve en el cielo.
Nuestro intelecto es muy valioso, pero limitado, no podemos saber los efectos de nuestras elecciones, las variables son numerosas y complejas.
Sopesar esas variables es importante pero nuestra mente consciente es limitada y no nos puede llevar demasiado lejos.
La conciencia pura nos conduce a una relación con las pautas mas profundas de la propia vida, nos lleva mas allá de las limitaciones del pensamiento lineal hacia un lugar que alberga mayor sabiduría donde todo se puede procesar a un mismo tiempo.
Desde ese lugar no solo somos mas capaces de resolver problemas, sino que estos parecen resolverse solos de igual modo que las dificultades parecen, mágicamente, mas manejables después de una larga noche de sueño.
La conciencia equilibra todas nuestras necesidades que aparentan estar en conflicto, las necesidades de la mente, el cuerpo y el espíritu.
Nos ayuda a reconocer el presente a todos los niveles, para hacer lo mas apropiado en el momento preciso.
Apartándonos, de lo que tratamos de aprender o comprender, nos acercamos al vacío creativo, donde nuestra conciencia pura donde se resolverán muchas de las preguntas.
Todo lo que existe, nuestra vida, nuestras acciones, tienen su razón en la mente consciente, pero yo estoy dentro y mas allá de esa mente consciente.
Estoy dentro de ella como testigo y mas allá de ella como ser.
¡Nuestra conciencia pura su sutil y pacifica serenidad!
Permítete un tiempo para existir y siente la paz interior y luego vuelve a tu quehacer.
La conciencia en el cuerpo nos ayuda a recobrar la simplicidad de la conciencia esencial, ponemos en conexión los aspectos mas evidentes y sutiles de nuestro cuerpo-mente, el cuerpo físico y la conciencia interna.
¿Cuánta gente camina con gracia y conciencia que puede ser tan agradable de experimentar tanto desde dentro como desde fuera.
El cuerpo no necesita palabras esta mas unido al inconsciente que nuestra mente, los impulsos e imágenes, las señales y síntomas del inconsciente son el autentico lenguaje del cuerpo.
Nuestro inconsciente es nuestra consciencia del cuerpo.
El masaje es muy poderoso para potenciar el sentido del tacto, tanto si te das un masaje como si lo das.
Acaríciate un brazo y centra la conciencia en la mano que da el masaje y luego en la zona que estas tratando y darse cuenta como cambia la experiencia.
Puedo contemplar un árbol con los ojos de la mente y me fijo en la forma de las hojas, color.
Puedo mirarlo con el corazón, observando las pautas que siguen las ramas, la armonía de las formas que se mecen al viento y tener una sensación de plenitud y satisfacción. ¿siento su belleza o esa belleza es un reflejo de propia y olvidada belleza?
Puedo mirarlo con el vientre y ya no hay duda, ese árbol es mi árbol, lo abrazo como emblema de mi naturaleza mas intima, yo soy el árbol y el árbol es yo.
Practica y observa con la mente, luego con el corazón y luego con la tripa.
Vivir consciente en la práctica.
La atención necesita tiempo y atención, solo así crecemos. Están son algunas actividades que nos ayudan a centrar nuestra atención.
1. Dedica al día, al menos, dos momentos de silencio para la meditación.
2. Escucha en tu interior, mas allá del yo, para orientarte cada día.
3. Ofrece al cuerpo momentos de libertad par moverse, bailar, estirarse, yoga, chikung…
4. En tiempos muertos, esperando una cola, en viajes, en la ducha, lavándote los dientes, andando, comiendo, ten conciencia de tu cuerpo-mente. Permite que la respiración sea profunda y completa y siente el flujo de la conciencia a la vez que respiras. Observa lo que ocurre y se consciente de lo que experimentas.
5. equilibra la actividad con el descanso y la relajación.
6. Come moderadamente y solo lo que incremente tu bienestar.
7. Minimiza la ingestión de toxinas y estimulantes.
8. Escribe un diario donde recuerdes momentos de felicidad o conciencia del día, escribe libremente, empezando por cualquier anécdota, deja que tu historia se desarrolle por si misma.
Thursday, November 04, 2010
Pilar Sordo Valdivia
Es una psicologa chilena que habla sobre las diferencias de hombres y mujeres, fantastico.
http://www.youtube.com/watch?v=nAF1oYesS5E
http://www.youtube.com/watch?v=nAF1oYesS5E
Monday, October 25, 2010
Como dejar de pensar
Maravilloso video de meditacion y relajacion para sentir y no pensat
http://www.planetaholistico.com.ar/Videos.htm
http://www.youtube.com/watch?v=-ii4dnR_gXM
que esta en planeta holistico
http://www.planetaholistico.com.ar/Videos.htm
http://www.planetaholistico.com.ar/Videos.htm
http://www.youtube.com/watch?v=-ii4dnR_gXM
que esta en planeta holistico
http://www.planetaholistico.com.ar/Videos.htm
Wednesday, June 16, 2010
Inteligencia espiritual
La inteligencia espiritual está por encima de la inteligencia operativa, la que nos permite resolver problemas mediante el razonamiento lógico e incluso por encima de la inteligencia emocional, la que nos ayuda a saber relacionarnos y convivir con los demás.
La inteligencia espiritual se basa en un nuevo lenguaje, el silencio, y en una visión que se enfoca en el sentido superior y trascendente de la vida. Permite experimentar la dimensión espiritual, reconocer la importancia de los pensamientos y de la conciencia que éstos crean. Desarrolla una felicidad serena pero estable, ya que no depende de factores externos sino que nos abre a la percepción del tesoro, la belleza que todos llevamos dentro.
Con la inteligencia espiritual se potencian habilidades como:
1. Permanecer pacífico independientemente de las circunstancias.
En el silencio uno es capaz de descubrir la verdadera identidad espiritual, donde existe un espacio inmaculado en el que tan solo hay paz, silencio y verdad.
Cuando entramos en ese espacio interior, el alma despierta y reconoce su valor, reconoce el sentido de la vida y reconoce a su Amigo eterno.
Esta experiencia llena al alma humana de poder espiritual que imprime un sello de paz en su personalidad, y que le permite afrontar todas las circunstancias de la vida con otra luz, con otra perspectiva. La vida ya no es un problema sino una escuela donde cada momento es una oportunidad para apreciar, aprender y acumular tesoros interiores.
2. Observar desapegado y no absorberse en las situaciones.
La práctica de entender que somos un ser espiritual dentro de una experiencia humana, nos permite separarnos primero de este instrumento, nuestro cuerpo, y convertirnos en el observador desapegado. Eso no significa que no tengamos interés en lo que ocurre a nuestro alrededor sino que no nos implicamos emocionalmente y de esta manera podemos dar respuestas más efectivas, ahorrando tiempo y energía. También entendemos que la otra persona es un ser espiritual pero que en una situación conflictiva ha olvidado quién es y está identificada con algo que no es, y ésa es la causa de su malestar.
3. Comprender el sentimiento del corazón de los demás.
No es tan solo comprender a los demás, es mucho más que eso, es ver lo que los demás ni siquiera ven; es decir, las motivaciones más profundas por las que están haciendo las cosas, pero no las superficiales sino las más profundas, entenderlas, comprenderlas y dar una respuesta adecuada a eso. Es conectar con la parte inmaculada del otro, ya no vemos la imagen externa, no vemos la superficialidad de las cosas que hace externamente sino que cada vez comprendemos más en profundidad la esencia de esa persona. Esto nos permite satisfacer sus auténticas necesidades. Esto es inteligencia espiritual, en donde somos capaces de trascender lo que se ve y ver lo que no se ve.
Tuesday, June 01, 2010
Etapas del Buscador Espiritual
"Yo no busco, el encuentro" Picasso
(Emilio J Gómez es profesor de Yoga y Meditación "Silencio Interior" http://www.silenciointeror.net/)
Sed de autenticidad
El proceso de búsqueda espiritual puede nacer en forma de un anhelo de autenticidad, de equilibrio, armonía y plenitud. Es decir, de verdad, de esa verdad que todo ser humano presiente en su interior, pero que, debido al proceso de proyección hacia el exterior e identificación con la imagen obtenida, suele terminar buscando fuera de sí mismo.
También es posible que esa sed de lo Real surja como fruto de un despertar abrupto a un estado superior de conciencia. O, simplemente, por un cierto desencanto con el mundo material. Sea como fuere, ocurre que en un momento concreto de la vida aparece la necesidad de buscar ese algo que pueda conceder sentido a la existencia.
Sean cuales fueren las causas que provoquen el inicio de la búsqueda de lo trascendente, el deseo por comprender quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, si es que vamos a alguna parte y si todo ésto que denominamos vida, tiene algún sentido que la razón y la lógica puedan comprender, van a despertar la necesidad de traspasar los parámetros habituales en que el ser humano vive ... y muere, de forma habitual.
Primera etapa: La Búsqueda
Este anhelo de comprensión será el inicio de la primera etapa del Buscador de la verdad. Así es como se iniciará el periplo de la búsqueda del auto-conocimiento.
Pero, ¿dónde comenzar a buscar? ¿Cómo? ¿Con quién? Uno se siente muy solo en los primeros compases de esta hermosa sinfonía interior que apenas si comienza a sonar.
Los sistemas de creencias y el amplio mercado de la "Nueva Era" vendrán al rescate. En estos primeros pasos, el Buscador se sumergirá en lecturas de libros y artículos y, muy posiblemente, en prácticas que irán rellenando lagunas y haciéndole comprender un buen número de dudas.
Será en estas primeras incursiones donde aparezcan las primeras conferencias, talleres y seminarios, los primeros fines de semana de convivencia ... El encuentro con otros buscadores siempre es aleccionador y estimulante, pues, entre otras cosas, uno descubre que no está tan solo en el viaje.
Al calor de todas estas experiencias, se le despertarán nuevas inquietudes antes ni imaginadas y con todo ello, una nueva forma de vida surgirá, creando un nuevo estilo de vivir.
Riesgos de la primera etapa
Con este nuevo estilo de vida surgirán también los riesgos que conlleva el convertirse en un "Buscador".
Pero, ¿cómo es posible que en el proceso de búsqueda de lo superior, de lo auténtico, de la divinidad, de Dios, puedan existir riesgos? Los hay. Está latente el riesgo de arroparse con una nueva máscara: la personalidad del "Buscador de la verdad" y con ello, perderse en la propia búsqueda.
El viajero en busca del espíritu comienza a navegar por nuevos mares y descubre la existencia de una infinitud de playas y calas que antes desconocía. La mente querrá bañarse en todas. De aquí, a comenzar a crear un currículum espiritual la distancia es mínima.
Un nuevo libro, una nueva dieta, un nuevo maestro, una nueva técnica, un nuevo taller, un seminario con ... , un nuevo DVD, alguien que viene a dar una conferencia, un nuevo seminario de ... , una nueva terapia, otra nueva terapia, un terapeuta diferente, más libros, más DVDs, más maestros, más dietas, más técnicas, más conferencias, más talleres, más seminarios, más terapias, más, más, más ...
Al final, lo que viene a ocurrir es que olvidamos aquel sentimiento que un día nos puso en el camino del autoconocimiento. Nos habremos perdido en la misma búsqueda. Eso sí, a cambio nos hemos convertido en toda una personalidad erudita al respecto, con toda una pared abigarrada de libros y otra de certificados de asistencia a un buen montón de cursos, talleres y seminarios que lo único que harán será engordar, aún más, nuestro bien cebado ego que un día descubrió todo un filón al encontrar la posibilidad de arroparse con el disfraz de "Buscador de la verdad". Lo que en un principio fue un aliciente, terminó convertido en una máscara más.
Segunda etapa: El Compromiso
Desde estas líneas, nos atrevemos a sugerir extremar las precauciones con este tipo de consecuencias que, lamentablemente, es demasiado generalizado. La mente extiende su sedal cargada de anzuelos y queda enganchada a todo lo que encuentra en su camino. Ciertamente, se hace necesario una incursión por toda la extensa gama de ofertas existente en el "mercado espiritual", pero siempre hay que ir con el discernimiento, que se usará como herramienta primordial.
De entre toda la oferta que encontraremos, estamos convencidos de que existe una práctica y/o técnica, que será la adecuada a nuestro carácter y personalidad. ¿Cómo saber que es ésa la nuestra, y no otra? Sencillo: Porque algo resuena en el interior. Es como cuando te enamoras: lo sientes dentro de ti. No hay lugar a la duda. Aún así, es más que recomendable practicar durante un periodo prudente. De tres a seis meses de práctica continuada nos dará el baremo correcto para saber si es "la nuestra", o no. Es como un noviazgo. Un noviazgo es un proceso durante el cual uno pone a prueba al otro, y a sí mismo, antes de comprometerse a algo más.
El compromiso con una práctica espiritual es la señal de identidad de haber superado la primera Etapa. Sin embargo, la idea del compromiso suele asustar a la mente que con ello, teme una posible pérdida de libertad. Nada más alejado de la realidad. Sólo gracias al compromiso -bien sea con una práctica, con una persona o con un proyecto-, es posible obtener lo beneficios que pudieran derivarse de nuestra elección. El compromiso es una necesidad primordial para todo aquel que realmente quiera profundizar en la propia realidad que es.
Riesgos de la segunda etapa
Al comprometerse con una práctica, el Buscador profundizará en sí mismo y será inevitable obtener ciertas experiencias reveladoras o la aparición de ciertos poderes psíquicos. Ello es algo completamente natural cuando se orada el camino hacia el mundo interior. Sin embargo, podría surgir el apego a tales experiencias de carácter místico, luchando por volver a obtenerlas. O también, el deseo de ampliar la gama de poderes psíquicos, en vez de continuar el viaje hasta la cumbre.
Si esto sucediera, nuevamente nos habríamos extraviado en la búsqueda.
Quizás, y gracias al compromiso, nuestra búsqueda no sea entre las diferentes ramas del árbol del conocimiento. Sin embargo, el extravío ha sucedido en nuestro interior debido al apego, natural por otro lado, a las experiencias transformadoras y a la sensación de poder que concede la aparición de poderes psíquicos.
Otro de los riesgos comunes en esta segunda etapa es la de perderse con las diferentes -y muchas veces fascinantes técnicas nuestra propia práctica nos pueda ofrecer. En este caso, hay que recordar que las técnicas son un medio y nunca un fin. Se puede llegar a coleccionar técnicas como el que colecciona sellos.
Una vez más, hay que discernir y no olvidar el Amor por lo auténtico que un día nos hizo buscar lo trascendente. Es inevitable que, si se continúa el compromiso con una práctica, se obtengan resultados positivos. No basta con leer libros, ni con ir a conferencias ó participar en seminarios. Si se desea evolucionar, progresar, avanzar, es imprescindible el compromiso personal.
Tal compromiso es lo que nos llevará a la cumbre de la comprensión. ¿Cuántos caminos hay? Infinitos, tantos como seres humanos. Cada cual tiene el suyo propio; y así debe de ser. El sendero del autoconocimiento es igual que para subir a una montaña: existen infinitos caminos, aunque la cumbre sea sólo una.
Tercera etapa: La Entrega
La primera etapa fue de búsqueda y la segunda de compromiso. Ahora, gracias a esa práctica comprometida, se ha logrado conectar con la dimensión que trasciende nuestra realidad cotidiana. Esa misma que la mente traduce como "superior" porque escapa a los parámetros de su propia comprensión.
El "Buscador" se ha convertido en "Encontrador". Se ha metamorfoseado desde oruga, para convertirse en mariposa. Para ello, ha tenido que dejar atrás el fardo de la intelectualidad y el razonamiento, también las emociones y el pasado, así como expectativas de futuro para someterse a un riguroso y continuo presente donde la luz de la consciencia brilla constantemente con toda su pureza. Es en el aquí y ahora donde se abre una fisura para que lo Real aparezca como lo que es: algo completamente natural. Lo más natural.
La realidad es exterior, es lo que vemos y percibimos, es e! mundo tal como lo experimentamos, o creamos con nuestras creencias. Sin embargo, lo Real es lo que nos permite percibir esa realidad.
Esta etapa es la consecuencia final de un anhelo de autenticidad. Aquí, e! viajero de! espíritu se ha encontrado con e! Amado y se ha rendido ante Él.
Peligros de la Tercera Etapa
Si las primeras etapas han estado marcadas por un profundo Amor a la verdad, e! posible peligro de entregarse a tal verdad es por completo inexistente. Al contrario, lo único que ahí aparece es un gozo profundo, una infinita alegría por experimentar la común-unión con e! Universo entero. Esta entrega es algo íntimo y personal que no hay que confundir con la posible entrega a una organización -sea la que sea- ni tampoco representaría ninguna renuncia a nada material. La auténtica renuncia es interior, no exterior. Entregarse es despojarse de! ego y renunciar a la personalidad para disolverse en e! Ser.
La entrega y la renuncia deben de ir acompañadas de clara comprensión. La comprensión es e! principio activo de la libertad. Sin comprensión no puede existir libertad, ni liberación.
Una renuncia sin comprensión por la vía de la experiencia, puede ser una expresión más de! ego. Por lo tanto, no siempre la renuncia material es sinónimo de verdadero avance en e! camino espiritual.
La entrega verdadera es un acto íntimo, profundamente íntimo, además de inevitable. Cuando se tiene la experiencia de! Ser, uno no puede evitar entregarse y renunciar al ego y la personalidad, para que sea e! Ser quien haga a través suyo. Las dudas han desaparecido.
Cuando se encuentra e! estado de Conciencia que está más allá de la mente, la consciencia' individual queda diluida en la Conciencia universal y se mora por siempre en e! Ser.
Se comprende que entre e! Ser y e! buscador nunca ha habido diferencias ni separación. Que siempre ha sido, es y será su auténtica y verdadera naturaleza. Por propia experiencia, se comprende que aquel buscador que iniciara años atrás la búsqueda es, precisamente, lo buscado.
Un estado de sublime paz y felicidad aparecen en ese instante y pasarán a convertirse en una presencia permanente.
LA AUTOESTIMA, LA DECISION DE SER FELIZ
(ARTURJOSE LOPES Facilitador de Autoestima y Desarrollo Personal http://www.arturjoselopes.blogspot.com/)
Sobre la autoestima hay una consideración muy importante: La autoestima no es propiedad exclusiva de la psicología y esto es porque la autoestima no está relacionada solamente con nuestro comportamiento psicológico. Somos mucho más que nuestra mente.
Al hablar de la autoestima no podemos seguir patrones ya caducados de que somos hechos por partes separadas e independientes o sin cualquier relación entre ellas.
¡No es así!
Somos seres muy complejos y nuestra parte mental está relacionada con la emocional y con la espiritual. No podemos separar del todo que somos nosotros, la parte mental de la emocional, y tampoco separar estas dos de la parte física o de la espiritual. Todas están relacionadas.
De forma que la autoestima no puede ser dominio exclusivo de la parte mental. De hecho si pensamos que tener autoestima significa sentir alegría por aquello que somos y tenemos en nosotros mismos entonces estamos hablando del campo emocional pues la alegría es una emoción, un sentimiento y no un pensamiento y hablamos del campo espiritual si podemos sentirnos conectados con nuestro ser interior y por sentir que hacemos parte de un todo y que hemos encarnado en este cuerpo físico que nos sirve de vehículo en este viaje hacia una evolución espiritual.
Si con base en esto nos aceptamos y amamos más entonces podemos fácilmente concluir que la autoestima también tiene relación con nuestra parte espiritual.
LO QUE TENEMOS DENTRO
Cuando somos niños, hasta aproximadamente los 7 años de edad nuestros padres según sus sistemas de pensamientos y creencias nos van diciendo ya sea a través del lenguaje verbal o no verbal, a través de sus reacciones lo que es bueno o aceptable y lo que es malo o inaceptable.
Cuando somos niños somos bastante perceptivos, comprendemos y interpretamos lo que percibimos y aprendemos, qué es lo que está bien y lo que no. Qué es lo apropiado y lo que no. Qué es lo correcto, lo bonito, lo apreciado y lo que no lo es. De forma que, como seres inteligentes que somos y porque necesitamos la aprobación y el amor de nuestros padres, a todo lo aprendido lo vamos adoptando como nuestra forma de ser y vamos formando nuestra personalidad.
A veces la forma en que nos comportamos, aquello que realmente apreciamos, o lo que queremos, no recibe aprobación. Entonces nuestra reacción es algo como:
"bueno, yo no puedo ser así" o
"yo no puedo pensar así" o
"yo no debo hacer esto o pensar el otro".
Y lo archivamos,lo guardamos en una "arca" bien cerrada para que no salga, para que no se vea, para que no se desapruebe y así seguir recibiendo la aprobación y aceptación de nuestros padres.
Estas cosas nos pasan desde que nacemos hasta que tenemos 7 años de edad, nos marcan y nos definen y pueden seguir durante la adolescencia. Todas las cosas pasadas durante, estas etapas van quedando guardadas en nuestro inconsciente emocional.
Con el pasar de los años nos olvidamos qué es lo que hemos guardado ahí y cuando. Es imposible recordarse porque nuestro cerebro da prioridad a otras cosas: a lo que vamos aprendiendo en la escuela, a lo que nos siguen enseñando, y claro, todo lo demás lo vamos enterrando cada vez más fondo dentro de nuestra: mente emocional, de forma que acceder conscientemente es una tarea ardua y difícil.
Al esconder durante tanto tiempo los pensamientos y las emociones que verdaderamente sentimos, cuando en determinados momentos afloran y condicionan nuestra forma de actuar no sabemos manejadas. Simplemente no sabemos porque no estamos familiarizados con ellas. No estamos preparados. Las hemos guardado durante mucho tiempo y por eso no sabemos identificadas ni definidas, y menos aún, comprender el por qué están ahí. Las desconocemos totalmente.
Si se tratan de nuestras limitaciones o llamados defectos nos resulta difícil aceptados y manejados lo que puede originar sentimientos aún más negativos como la culpa o la vergüenza, y si son cualidades no las sabemos potenciar y sacar partido de ellas. Pero lo que sí ocurre es que entre una cosa y la otra no estamos siendo nosotros mismos en nuestra esencia. No estamos siendo aquello que realmente somos porque empezamos a dejado de ser desde hace mucho tiempo. Así que es importante saberlo ahora. Es importante saber qué es lo que ocurre en nuestro interior y una vez lo tengamos aceptado podemos empezar nuestro trabajo personal de acceder, de desenterrar todo aquello que hemos venido escondiendo desde hace tanto tiempo.
LA OBSERVACIÓN CONSCIENTE
Una de las formas de acceder y saber qué es lo que Ilevamos dentro es a través de la observación consciente.
Los momentos de introspección son muy importantes. Para ello hay que pasar mucho tiempo a solas con uno mismo.
Si tenemos una vida social demasiado intensa, muy difícilmente podremos tener tiempo y disponibilidad mental y emocional para acceder a nuestro interior. Cuando pasamos mucho tiempo a solas somos obligados a estar con nosotros mismos y eso es esencial para nuestro autoconocimiento.
Pasar mucho tiempo con uno mismo es un punto de partida. Nos sirve para hacer un balance de las diversas experiencias vividas, analizadas, comprenderlas e integrarlas Y eso es posible pasando algún tiempo con uno mismo y a través de una observación consciente.
Otra de las formas que permite conocemos mejor es a través de las relaciones con los demás: nuestras parejas, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, todos reflejan partes nuestras, por lo que podemos ir descubriendo una por una esas partes que tenemos dentro y que desconocíamos. Pero, una vez tomada consciencia de esas características, ¿qué hacer con ellas? ¿Cómo manejarlas?
EN EL CAMINO DE LA AUTOACEPTACIÓN
Saber lo que realmente tenemos dentro, formas de pensar, creencias, ideas,prejuicios, significa que nos conocemos mejor, que hemos profundizado en nuestro autoconocimiento. Una autoestima sana requiere que de base aceptemos aquello que somos.
Esto no significa que nos tiene que gustar todas nuestras características, pero sí reconocerlas y aceptarlas. Es muy parecido a lo que ocurre con nuestros seres queridos. No siempre nos gustan todas sus características, no obstante las aceptamos.
Entonces, ¿por qué no aceptar nuestras características? ¿Sólo porque son nuestras? Hemos de eliminar el concepto que mayoritariamente tenemos de nosotros y que es el de que tenemos de ser perfectos. De hecho ¡ya lo somos!
El hecho de que tengamos características que no nos gusten del todo no significa que seamos imperfectos.
¡No! Al contrario, la perfección viene del equilibrio. Y el equilibrio viene de la relación entre una dirección y otra, entre el positivo y el negativo, del ying y del yang, de forma que tener rasgos positivos y otros negativos significa que somos equilibrados si aceptamos ambas partes y si somos equilibrados ya somos perfectos. ¡Es así de simple!
Esta totalmente obsoleto y caducado lo que nos han enseñado de que para ser perfectos no podríamos tener características llamadas o consideradas negativas. A parte que las características no pueden ser consideradas negativas desde un punto de vista estático. Son positivas o negativas según el contexto y el momento en que nos encontramos. Ha de ser visto desde una perspectiva dinámica.
Si una situación es de por sí menos agradable, ¿qué nos va aportar si empezamos a criticamos, juzgamos y culpamos a nosotros mismos? De esa forma no nos damos mucho apoyo, no somos cariñosos, pacientes y amables con nosotros. ¿Nos habremos realmente dado cuenta como nos tratamos?
Imagina que caminas junto a un amigo tuyo y que por el camino te pasa de todo: tropiezas, te caes, caminas y chocas con los postes de electricidad, la gente te empuja, te mira con mala cara. Ante este escenario imagina que tu amigo empieza a chillarte a gritos, a criticarte y culparte de todo lo sucedido. ¿Cómo te sentirías? ¿Encontrarías sentido en esa forma de comportarse? Como mínimo pensarías que tu amigo está loco ¿verdad? A lo mejor te apartarías y huirías tan lejos de él cuanto pudieras ...
Pues ahora piensa como será para tu ser interior, como se siente cuando te pasan cosas desagradables a ti y te criticas, te culpas, te enrabias y que, lo peor de todo, no puedes huir de ti mismo ... ¿Te das cuenta del daño que te haces?
Además sin poder tener la perspectiva que te permita tener consciencia de ello. Simplemente la forma que muchas veces tenemos de tratamos a nosotros mismos ¡es terrible! A veces somos como nuestros peores enemigos. ¿Cómo vamos a evolucionar positivamente así? ¡Es prácticamente imposible! Hemos de reconsiderar la forma como nos tratamos. La parte emocional y mental por veces necesita de la parte espiritual para dar un poco sentido al porqué nos pasan determinadas situaciones.
Solamente a través de una comprensión más espiritual podemos avanzar en el emocional y luego racionalizar e integrado a través del mental. No podemos definir la palabra autoestima sin relacionar la parte emocional con la espiritual.
No es importante donde empieza nuestro trabajo personal. El camino por sí solo nos conducirá. Hace parte de nuestra propia evolución como personas y por eso hemos venido a este planeta. Para evolucionar, para aprender, para amar. Pero sólo podemos amar a todo lo externo a nosotros cuando primero de verdad nos amamos a nosotros mismos, obligatoriamente.
Es el propósito de nuestra alma y también las cualidades que la componen: Felicidad, Alegría, Amor. Son cualidades innatas del alma, que somos mucho más conscientes de ellas cuando realmente nos aceptamos a nosotros mismos, cuando nos amamos verdaderamente a nosotros mismos. Todas las cosas a que llamamos negativas en la vida, son señales que la vida nos da de forma a saber en qué punto nos encontramos de nuestra evolución, señales que nos indican y reflejan el grado de Amor que tenemos por nosotros mismos y cual la dirección a seguir.
Todo lo que nos pasa en el exterior no es más que un reflejo de lo que llevamos dentro. Si aprovechamos lo que nos pasa como una enseñanza y una oportunidad para rectificar o corregir determinadas pautas, aprenderemos la forma en la que debemos actuar, en qué debemos prestar atención y así poder amamos más a nosotros mismos. Tan sólo hay que estar atento y observar.
EL EQUILIBRIO DEL UI\IIVERSO
En el Universo todo es perfecto y equilibrado: el SoL es el centro de nuestro sistema solar, alrededor del cual giran todos los planetas. Si a nuestro apreciado Sol le pasara algo que hiciera que dejase de emitir energía, luz y calor, todos los planetas se verían afectados de tal forma que lo más probable es que la vida existente en todos ellos, incluida la Tierra, se extinguiera.
No obstante, si en uno de los planetas ocurriera una catástrofe que le extinguiera la vida, el Sol no se vería afectado y, muy probablemente tampoco los demás planetas, es decir, el sistema solar mantendría su equilibrio pese a que la vida en ese planeta fuera escasa o inexistente.
Si hacemos una analogía entre nuestro sistema solar y nuestra vida, considerando que nuestra esencia, nuestro ser interior y el amor hada uno mismo representa nuestro Sol, y que todas las áreas que componen nuestra vida son los planetas, entonces podremos deducir que si no nos queremos lo suficiente, si de verdad no nos amamos y cuidamos a nosotros mismos, todos los ámbitos de nuestra vida (planetas) se pueden ver verdaderamente afectados: nuestra salud, nuestras relaciones, el amor, el trabajo, nuestra situación económica.
No obstante si alguna área de nuestra vida no funciona lo suficientemente bien pero sí nos cuidamos y amamos podremos siempre mantener nuestro equilibrio de forma a que los restante ámbitos de nuestra vida no se vean afectados. Además lo más probable es que la parte afectada lo sea durante un período muy corto, un estado pasajero. Es importante pues mantener nuestro Sol, nuestra luz pues tal como el Sol que estando bien aporta energía a todos los planetas también solo amándonos a nosotros mismos podremos aportar energía a todo lo relacionado con nuestra vida.
LA DECISION DE SER FELIZ
Tener una autoestima sana y elevada es una decisión de cada uno. Se trata de una intención. De un querer. De un hacer. De un estar.
Todo, absolutamente todo en nuestra vida es el resultado de una decisión. Incluido la decisión de ser feliz.
Se podría inventar una palabra nueva que diera énfasis a la palabra feliz. Algo como la diferencia entre escribir feliz y ¡FELIZ! ¿Verdad que suena distinto? Somos una expresión maravillosa de la vida. Somos una creación suprema. Somos creadores. Recorramos a la simplicidad de las cosas.
La mejor manera de intentar ser feliz es SER FELIZ AHORA. Es imprescindible preguntarse qué es lo que realmente nos hace felices. La respuesta la tiene cada uno. Tomar conciencia de lo que es ser feliz, es la felicidad en sí misma. Asumamos nuestra felicidad a través de asumir nuestra responsabilidad. Si eres responsable de ti mismo, si puedes ser tu mismo, entonces ¡eres el dueño de tu felicidad y el dueño de tu Vida!
Ejercicio de Felicidad
(Rubén Cedeño Asociación Metafísica Ibérico Guiá+ Vida Sección Metafísica)
Desarruga la frente, no importa cuantos problemas hayas tenido o tengas. Respira profundo y tomate ahora un tiempo para estar contigo mismo y ser feliz.
Coloca en tu aparato de sonido música armónica muy suave, de tiempo pausado y hermosa melodía, lo que te hago mas feliz, esto te traerá paz y alegría, ya que lo música estridente produce angustia y ansiedad.
Ponte una ropa de colores claros y alegre con los tonalidades del arcoiris, yo que los tonos obscuros entristecen el alma.
Perfuma el ambiente y tu cuerpo con un olor agradable, ese que te hace feliz. Los malos olores deprimen y traen desarmonía.
Arregla todo o tu alrededor y pon orden en tu casa y el lugar donde trabajas, ya que esto traerá o tu vida bienestar, porque "El Orden Divino es el Primer Hijo del Cielo".
Ponte una ropa de colores claros y alegre con los tonalidades del arcoiris, yo que los tonos obscuros entristecen el alma.
Perfuma el ambiente y tu cuerpo con un olor agradable, ese que te hace feliz. Los malos olores deprimen y traen desarmonía.
Arregla todo o tu alrededor y pon orden en tu casa y el lugar donde trabajas, ya que esto traerá o tu vida bienestar, porque "El Orden Divino es el Primer Hijo del Cielo".
Ahora siéntate y quédate tranquilo para que conectes dentro de ti mismo el estado Supremo de lo Gran Felicidad que habita dentro de ti, que esto en tu SER, que es tu Derecho Divino.
El Estado Supremo de lo Gran Felicidad esta al quedarte tranquilo, respirar, concentrándote solamente en lo respiración que te hace estar vivo, te permite ser y te hace descubrir el Ser que eres tu mismo, y que tu felicidad no depende de uno parejo que te ame o veas momentáneamente, del dinero que tienes, el tener un objeto. que deseos, o el ser alguien y demostrárselo o los demás.
La felicidad esta al encontrarte y ver que eres un Ser lleno de Vida con uno mente capaz de producir milagros, con un mundo de sentimientos que no tiene porque estar lleno de negatividad, frustraciones, autoritarismo, amenazas, sino de AMOR hacia los cosos bellos de lo vida.
La felicidad esta al encontrarte y ver que eres un Ser lleno de Vida con uno mente capaz de producir milagros, con un mundo de sentimientos que no tiene porque estar lleno de negatividad, frustraciones, autoritarismo, amenazas, sino de AMOR hacia los cosos bellos de lo vida.
Abre bien tus ojos, endereza tu columna vertebral y ponte en estado de contemplación, alerta, con tus ojos bien abiertos mirando con profundidad aquello que tienes o tu alrededor.
Deja que uno dulce sonrisa se dibuje en tus labios y ponte o observar todo en lo que piensas, pero sin juzgar si este pensamiento es bueno o malo, o si debe ser mejor de esto u otro forma.
No importa cuantas veces salte tu mente de un tema o otro, no trates de controlado, déjala tranquilo, solamente date cuenta de lo que hace. Contempla tus pensamientos sin el látigo del juicio. Veras que algo maravilloso sucederá, comenzaras o hacerte consciente de ti mismo.
Observa ahora lo que tienes o tu alrededor, sea este un salón, tu casa, centro comercial, un árbol, una persona, tal vez mucha gente, una montaña, el oleaje del mar, lo quietud del lago o el horizonte. Date cuenta de, cómo son los cosas que miras, su forma, espacio que ocupan, color, entorno y olor, pero no las clasifiques, ni dejes que la mente intervenga diciendo que son bonitos o feos, buenos o malos o que serian mejor de otro forma. Libérate del juicios y veras que alivio te viene, porque estar juzgando, opinando, criticando, escogiendo y decidiendo te cansa, te estresa, te hace perder el DIVINO DON DE LA FELICIDAD.
Tu mente va a querer entrar o perturbar este momento poniéndote o pensar que aquello es mejor y lo otro es peor. Deja de pensar y ocúpate solamente de observar en paz y veras que dulce sosiego sobreviene o tu alma.
Cuando no se juzga, se critica ni condena, vivimos en Lo Suprema Felicidad que da el Amor Compasivo.
Cuando no se juzga, se critica ni condena, vivimos en Lo Suprema Felicidad que da el Amor Compasivo.
Date cuenta, que todo la angustia e infelicidad en que has vivido, ha sido producida por tu mente y los sentimientos, y que eso situación que te aqueja o padeces, solo esta en tu mente, por los juicios y conceptos que tienes, de cómo crees que deben ser las cosa .
Los asuntos no deben ser de una forma determinado como dijo alguien, sino como son.
Al no apegarte a las formas, a tus ideas de las cosas o querer cambiar algo, veras que todo o tu alrededor se tranquiliza, se relaja y la gente comienza a cambiar y te van a aceptar como eres, así como tu aceptas o los demás como son.
Al no apegarte a las formas, a tus ideas de las cosas o querer cambiar algo, veras que todo o tu alrededor se tranquiliza, se relaja y la gente comienza a cambiar y te van a aceptar como eres, así como tu aceptas o los demás como son.
Olvídate de lo imagen que has creado de ti mismo y que lo tienes que defender o imponer para que los demás crean que eres esto o lo otro. Eso ya no importa, acéptate así como eres. No hay nada de malo en ser lo que somos. Infelizmente terrible es querer ser o aparentar lo que no somos, vivir uno mentira en la que nosotros somos los únicos que nos engañamos, sin darnos cuenta que los demás están viendo nuestro verdad, pero que por seguir en la mentira en la que todos participan, no lo dicen.
Este es el momento de soltar al viento esos complejos, frustraciones, depresiones, incomprensiones, despechos, infelicidades, deseos de ser, ganas de dominar o cambiar a alguien, nada de eso te da felicidad sino amargura y nadie nunca te va agradecer nada si lo que produces es amargura y problemas.
Cambia "La Rueda de tu Vida" y dale un giro a tu presente y futuro, comienza o ser esa persona sonriente que tu quieres ser y todos desean ver, esa persona que es amigo consejero y solucionador de sus propios situaciones y que todos necesitan, ese compañero chistoso, alegre que entusiasma todo reunión, ten siempre la palabra positiva que todos esperan escuchar poro llenarse de ganas de vivir, y deja o todo el mundo con el corazón enamorado por los cosas bellas de lo Vida.
Estar feliz no es vivir en estado de exaltación e intranquilo, es ese estado de dulce reposo que da la contemplación sabia que es la Esencia del Amor Divino del que esta en contacto con su Propio Ser.
Rodéate de felicidad, sonrisas, alegrías y cosas bellas. Encontraras que lo felicidad esto dentro de ti, y que solo tienes que hallarla en tu corazón.
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